miércoles, 9 de septiembre de 2015

El latiguillo (el por qué del nombre)


      Cuando alguien hace algo que me parece reprobable o que no me gusta (ATENCIÓN que no digo que ESTÉ MAL, sólo que a mí me desagrada) me imagino tomando carrerilla y  pegándole en la chepa con un latiguillo como el de la ilustración (sí, sí, con refuerzos en las puntas, que pica más).


 
 
      En esta sección, pretendo recoger críticas a actuaciones que me parecen merecedoras de este castigo. Es obvio que no lo puedo llevar a la práctica, pero… ¿y lo que desahoga pensarlo?
 
      En lo más alto de mi particular lista está el sujeto al que dediqué la primera entrada de mi blog (ver: “Destilando veneno”), pero hay muchos más esperando a ser “víctimas” de mi pequeña venganza descafeinada y edulcorada.
 
(Continuará)

 

Imagen tomada de la red. Si el autor lo solicita, procederé a retirarla del blog.

2 comentarios:

  1. Una sección la mar de "terapeútica", ¡¡me encanta!! jajajaja.

    Besitos de lunes, Chari.

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    1. ¡A mi también me encanta! Es bueno desahogarse, aunque sea por escrito. Y reírse, lo mejor de todo. Un beso enorme, Julia, gracias por inaugurar los comentarios en esta entrada :)

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