Cuando alguien hace algo que me parece
reprobable o que no me gusta (ATENCIÓN que no digo que ESTÉ MAL, sólo que a mí
me desagrada) me imagino tomando carrerilla y pegándole en la chepa con un latiguillo como
el de la ilustración (sí, sí, con refuerzos en las puntas, que pica más).
En esta sección, pretendo recoger críticas
a actuaciones que me parecen merecedoras de este castigo. Es obvio que no lo
puedo llevar a la práctica, pero… ¿y lo que desahoga pensarlo?
En lo más alto de mi particular lista está
el sujeto al que dediqué la primera entrada de mi blog (ver: “Destilando veneno”),
pero hay muchos más esperando a ser “víctimas” de mi pequeña venganza descafeinada
y edulcorada.
(Continuará)
Imagen tomada de la red. Si el autor lo solicita, procederé
a retirarla del blog.
Una sección la mar de "terapeútica", ¡¡me encanta!! jajajaja.
ResponderEliminarBesitos de lunes, Chari.
¡A mi también me encanta! Es bueno desahogarse, aunque sea por escrito. Y reírse, lo mejor de todo. Un beso enorme, Julia, gracias por inaugurar los comentarios en esta entrada :)
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