¿Viciadas o viciosas?

Mi amiga Toñi ha estado dos días con  “mono” del blog. Salió de Alicante el domingo por la mañana, sin tiempo para conectarse ni poner entrada alguna (¡¡Sacrilegio!!). Cogió el tren y por la tarde llegó a casa de su hija, donde va a pasar estos dos próximos meses. Cuando me llamó no pensé que fuera para decirme que no podía colgar fotos en su página. Intentamos resolverlo, ella al portátil y yo al teléfono, pero no conseguimos nada. Y luego fue a peor, no sé cuánto tiempo estarían Toñi y su hija trasteando con el ordenador, pero creo que acabaron a la una de la madrugada, con una tila por cabeza y sin resultados de ningún tipo (al menos no de los que se pueden contar sin soltar tacos).

Ayer tarde recibí otra llamada, esta vez para darme buenas noticias: siguiendo unas pequeñas directrices y unos enlaces que le había mandado por e-mail había conseguido solucionar el problema. ¡No imagináis qué cambio en su voz! Sonaba cantarina, como una campana que repica alegre (porque al principio también era como una campana, pero de las que tocan a difuntos).

Y es que estamos muy viciadas, tanto Toñi como Teresa y yo. Hubo un día en que estábamos las tres despiertas a las cinco y media de la madrugada haciendo nuestra respectiva entrada y cotilleando las del resto. Lo sé porque Toñi vio que estaba en línea y me mandó un whatsapp. Teresa vio que estaba en línea y me mandó otro, y yo… pues creé un grupo llamado “blogueras insomnes” para que pudiésemos chatear las tres… aunque al principio sólo utilizamos una sílaba, repetida infinidad de veces, para comunicarnos: “Ja”. En fin, que nos basta con poco para divertirnos.

Nos pasan montones de aventuras mientras trasteamos con cosas que hace un mes y medio no sabíamos que existían (bueno, lo sabíamos pero como si no, porque no les hacíamos ni puñetero caso). Yo no sé ya la de veces que he metido la pata, en mi propio blog, en el de mis amigas, en Facebook, en las comunidades de Google+… pero también aprendemos un montón, conocemos a diario a gente fantástica con la que nos adentramos en este “nuevo mundo”, mantenemos ocupadas nuestras cabecitas locas  y, sobre todo… ¡¡¡nos divertimos muchísimo!!!

Creo que hablo por las tres al afirmar que nunca agradeceremos bastante el haber iniciado esta andadura. Estamos descubriendo nuevos universos y, como siempre, lo estamos haciendo juntas.

Imagen tomada de la red. Si el autor lo solicita, procederé a retirarla del blog.