Cuando tenía veintipocos (que tiempos aquellos) participé en un episodio de histeria colectiva. Ahora lo recuerdo con una sonrisa, pero en aquel momento fue una experiencia difícil.
Estaba pasando
una temporada en Francia con un grupo de amigas, pues habíamos obtenido una
beca de estudios en la Universidad del Franco Condado, Besançon. Una tarde
salimos a comprar a unos grandes almacenes y hubo un momento en que nos
separamos. Cuando nos encontramos a la hora prevista ante las cajas para pagar
la compra e irnos a casa nos dimos cuenta que faltaba una de las integrantes
del grupo y era muy extraño porque todas sus cosas, el abrigo y el bolso, estaban
en uno de los carritos.
Empezamos
a inquietarnos, nos dividimos y la buscamos por el supermercado, pero cuando
nos volvimos a reunir nadie había dado con ella. Todas nos alteramos muchísimo,
algunas más que otras, y entonces empezó la histeria. ¡Había desaparecido y era
IMPOSIBLE que estuviese fuera pues hacía muchísimo frío, y no podía haber
regresado a casa porque estábamos donde Cristo perdió el zapato y, ni llevaba
dinero, ni bonobús, ni bolso ni nada… y en aquellos tiempos no teníamos
móviles!
A
partir de ahí todo fue degenerando: SEGURO que la habían secuestrado, ella era
una persona formal, si hubiera tenido que irse nos lo habría dicho; además,
atraía bastante la atención de los chicos, así que era lógico y razonable que alguien la hubiese raptado. Y claro,
lo más probable es que se la hubiera llevado a las cámaras frigoríficas, donde sin duda la encontraríamos,
descuartizada.
En ese momento
ya llorábamos todas. Estábamos tan convencidas y seguras de que algo terrible
había sucedido que llamamos a los guardias de seguridad del centro y les
exigimos que la buscaran… incluso en las cámaras frigoríficas. ¡¡¡Y lo
hicieron!!! O bien nos creyeron entonces o bien se sumaron al ataque de
histeria, aunque en el fondo lo que me parece es que no querían enfrentarse a
seis españolas chifladas capaces de organizar un incidente diplomático. Así
pues volvimos a dividirnos en grupos: unas, acompañaron a los guardas a
recorrer el centro y visitar las cámaras; otras, fueron a llamar por teléfono de
nuevo a la residencia donde vivíamos, por si acaso la habían visto llegar; otra
amiga y yo nos dirigimos a la central de policía más cercana. Acabábamos
de llegar cuando avisaron de que la
habían localizado: se había ido al cine con unos amigos que se había encontrado
en el centro comercial.
Los
polis nos miraban con una mezcla de pena, enfado y sorna, y nos pidieron con
frialdad que no se volviera a repetir semejante episodio. Ninguna sabía bien
cómo reaccionar: por un lado estábamos felices de que nuestra amiga estuviera a
salvo, pero por otro nos fastidiaba la preocupación y el ridículo que su
desconsideración nos había hecho pasar.
Volvimos a la
residencia muertas de vergüenza. Ella tardó mucho en regresar, supongo que
estaría esperando a que se nos pasara el cabreo. Mientras, el resto de mis
amigas y yo, como venganza, no le dejamos nada para cenar. Mejor pasar un poco
de hambre que acabar descuartizada en una cámara frigorífica, ¿no?
Imagen tomada de la red. Si el autor lo solicita, procederé
a retirarla del blog.
Jijji, menudo susto, y la otra en el cine tan a gusto. Yo la mato, jajaja, eso de dejarle sin cena poco me parece. Un besillo.
ResponderEliminarComo nos comimos toda su cena estábamos más relajadas... pero le cayó la del pulpo igual. Un beso, María, y gracias por pasarte, leer y comentar
Eliminarmenudo susto, reconozco que posiblemente yo hubiera reaccionado de la misma manera que vosotras y también me hubiera temido lo peor. Supongo que la dejasteis sin cena pero con puro incluido por parte de las seis porque vamos no es para menos. un beso tere
ResponderEliminarSí, el puro se lo llevó, a coro... pero ya estábamos más relajadas. Lo pasamos realmente mal ese día. Ahora me acuerdo... ¡¡Y me río!!
EliminarGiven the time (before cell phones) and place (a large mall and market) it was not hard for the unimaginable to become a reality. It would have also become easy for that woman to be looking for a new place to share rooms! Have a pleasant Tuesday evening. Kisses for you!
ResponderEliminarA pleasant evening to you, Paula, and lots of kisses. I really appreciate your kind comments
EliminarMi bondad, no me gustó grandes lugares con mucha gente y he entrado en pánico en esos lugares, pero al menos yo tenía el suficiente sentido común para localizar donde la oficina era decirle a alguien yo estaba perdido y necesitaba ayuda.
ResponderEliminarObviamente, ella no estaba en modo de pánico, ella se es lo que llamaríamos aquí, un cabeza de aire. Gracias para compartir Chari
Thank you for Reading my post, sharing and comment it. You're really kind
EliminarMadre mía Chari, menudo momentazo! Poco castigo se llevó la "desaparecida". Menudo susto entonces y menuda risa ahora... Creo que yo hubiese reaccionado igual. "Pa'bernos matao", jejejeje.
ResponderEliminarSí, pero la bronca fue más "ligth" porque nos pilló con el estómago lleno, que si no...
EliminarGracias por leer y por comentar :)
Vaya con tu amiga, menudo susto jajaja y ese momento con la policía? Para matarla y descuartizarla 😊 Un beso, guapa
ResponderEliminarSíii, aprovechando que ya no nos creerían tendríamos que haberla descuartizado nosotras. ¡¡Hubiese sido el crimen perfecto!!!
EliminarQué sustazo!! Menos mal que cenastéis :)
ResponderEliminarSí, y eso calmó un poco los ánimos. Gracias por leerme y comentar
EliminarSaludos, es la primera vez que te leo, y fíjate qué cosas, yo también tuve una experiencia real de ese tipo, aunque con dos diferencias: yo era una de las personas perdidas, y no hubo histeria jaja. Y me pasó en un país extranjero junto a dos amigos, menos mal que con el inglés nos ubicamos un poco y no tardamos mucho en reunirnos con nuestro grupo. ¡Un saludo!
ResponderEliminarPues seguro que el resto de tus amigos lo pasó como yo. Qué susto. Me alegro de que te hayas pasado a leer, de que sea "la primera vez" (porque espero que haya más) y te agradezco tu comentario. Un beso
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