Salió de la cafetería con una sonrisa pintada en el
rostro, y una expresión en los ojos en la que se mezclaba la sorpresa con una
chispa de incredulidad. De nuevo se había tropezado con “Él” (un “él” con
mayúsculas y en negrita) y ese encuentro, breve, efímero y banal había bastado
para alegrarle el día. Estaba colgada por ese hombre y se sentía tremendamente
dichosa. Caminaba despacio, contemplándose en las ventanas de los coches como
hacía siglos que no se miraba. Y seguía sonriendo. Fibi, su perrita, trotaba
tras ella moviendo el rabo, casi no se acordaba de olisquear por el camino pues
notaba que su ama estaba muy contenta y eso la hacía feliz también a ella y la distraía
de sus quehaceres habituales.
¡¡¡Un flechazo a estas alturas
del partido!!! Un enamoramiento justo cuando creía que ya nada semejante
podría sucederle. Pensaba que su corazón seguía roto y sin posibilidad de
salvación pero ahí estaba, un órgano vital funcionando a toda marcha, latiendo
a ritmo de bachata. Y Fibi, como para hacer los coros, continuaba moviendo su cola
con frenesí.
Sabía, porque se conocía
requetebién, que era un sentimiento muy superficial, mucho… muchísimo. Y que no
duraría… pero era algo. Le hacía recordar a la Chari de otros tiempos, la que
era capaz de enamorarse y soñar convirtiéndolo todo en un mundo de rimas. Hacía
mucho tiempo que no la veía cuando se miraba en un espejo y ahora hasta las
lunas de los coches le devolvían esa imagen con una nitidez cada vez mayor.
Había vuelto la esperanza, la
risa, la poesía… las hadas. Y quizá, solo quizá, algún día regresara el amor.
Ahora estaba preparada para recibirlo, estaba lista para disfrutarlo y, sobre
todo, para aceptar que era digna de esa emoción. Se sentía libre como un pájaro o una cometa
sin cuerda… o una bolsa de Mercadona que el aire hace volar en un día ventoso. Libre,
sin más. Todos los símiles se le quedaban cortos. Se sentía bien, muy bien, y
le apetecía sonreír. No necesitaba las metáforas.
Cuando llegó a casa se sentó ante el ordenador y abrió
el perfil de Facebook, ese que le hizo derramar lágrimas amargas tiempo atrás.
Allí estaba la fotografía que tanto dolor le había causado. La contemplo con
detenimiento mientras una nueva sonrisa se dibujaba en su rostro. Comprendió
que ver aquella instantánea era lo mejor que le podía haber ocurrido jamás
porque le había dado fuerza y motivo para pasar página, para olvidar.
Sabía que durante un tiempo
(quizá) seguiría escribiendo “poemas vengativos” y pequeños desahogos. El
sarcasmo y la ironía a la hora de expresar sentimientos estaban muy arraigados
en ella, y tampoco deseaba cambiar. Pero también presentía que estaba preparada para volver a vivir. Pensó que, con toda probabilidad, las cosas tenían que ser así para funcionar:
él con su exmujer, siendo desgraciado de por vida y, del otro lado de la
pantalla ella, sin nadie a su lado… por ahora. ¡OH, qué feliz le hacía pensar
en ese “por ahora”!
Cerró el portátil y se dejó
llevar por la imaginación. Pensó en él, en ese “él” nuevecito que
había aparecido en su vida (no en el otro, el obsoleto, antiguo y desusado “él”). Y volvió a sonreír.
Imagen tomada de la red. Si el autor lo solicita, procederé
a retirarla del blog.
Siempre nos merecemos una segunda oportunidad y tú te la mereces y mucho, ojala ese ÉL con mayúsculas aparezca, una persona que te ame, te quiera te respete y te valore, por supuesto que si. y que la sonrisa sea tú compañera durante mucho mucho tiempo. muacks tere.
ResponderEliminarGracias, Tere, por tus buenos deseos. Por ahora la sonrisa está ahí, y para el resto... la prota del relato está más que preparada
EliminarQue guay
ResponderEliminarA que chi?
EliminarTaking a chance on love?
ResponderEliminarWhy not? Love must always have a place in our lives and in our hearts, too
EliminarDi que sí, a por Él, que la vida son dos días, jajaja
ResponderEliminarY aunque sólo fuera uno... carpe diem
EliminarMe ha encantado. Bienvenido el "él" nuevo. :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, por tus buenos deseos y por leerme y comentar!!!
EliminarSiempre se vuelve a empezar..! es justo lo que me esta pasando! jajaja muy lindo lo que escribís!
ResponderEliminarMe alegro que te guste lo que escribo, de corazón... y de que te esté pasando algo tan mágico como recuperar la esperanza. ¡¡¡Muchísima suerte!!!
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