lunes, 5 de octubre de 2015

Flechazo

 
Salió de la cafetería con una sonrisa pintada en el rostro, y una expresión en los ojos en la que se mezclaba la sorpresa con una chispa de incredulidad. De nuevo se había tropezado con “Él” (un “él” con mayúsculas y en negrita) y ese encuentro, breve, efímero y banal había bastado para alegrarle el día. Estaba colgada por ese hombre y se sentía tremendamente dichosa. Caminaba despacio, contemplándose en las ventanas de los coches como hacía siglos que no se miraba. Y seguía sonriendo. Fibi, su perrita, trotaba tras ella moviendo el rabo, casi no se acordaba de olisquear por el camino pues notaba que su ama estaba muy contenta y eso la hacía feliz también a ella y la distraía de sus quehaceres habituales.
                ¡¡¡Un flechazo a estas alturas del partido!!! Un enamoramiento justo cuando creía que ya nada semejante podría sucederle. Pensaba que su corazón seguía roto y sin posibilidad de salvación pero ahí estaba, un órgano vital funcionando a toda marcha, latiendo a ritmo de bachata. Y Fibi, como para hacer los coros, continuaba moviendo su cola con frenesí.
                Sabía, porque se conocía requetebién, que era un sentimiento muy superficial, mucho… muchísimo. Y que no duraría… pero era algo. Le hacía recordar a la Chari de otros tiempos, la que era capaz de enamorarse y soñar convirtiéndolo todo en un mundo de rimas. Hacía mucho tiempo que no la veía cuando se miraba en un espejo y ahora hasta las lunas de los coches le devolvían esa imagen con una nitidez cada vez mayor.
                Había vuelto la esperanza, la risa, la poesía… las hadas. Y quizá, solo quizá, algún día regresara el amor. Ahora estaba preparada para recibirlo, estaba lista para disfrutarlo y, sobre todo, para aceptar que era digna de esa emoción.  Se sentía libre como un pájaro o una cometa sin cuerda… o una bolsa de Mercadona que el aire hace volar en un día ventoso. Libre, sin más. Todos los símiles se le quedaban cortos. Se sentía bien, muy bien, y le apetecía sonreír. No necesitaba las metáforas.  
Cuando llegó a casa se sentó ante el ordenador y abrió el perfil de Facebook, ese que le hizo derramar lágrimas amargas tiempo atrás. Allí estaba la fotografía que tanto dolor le había causado. La contemplo con detenimiento mientras una nueva sonrisa se dibujaba en su rostro. Comprendió que ver aquella instantánea era lo mejor que le podía haber ocurrido jamás porque le había dado fuerza y motivo para pasar página, para olvidar.
                Sabía que durante un tiempo (quizá) seguiría escribiendo “poemas vengativos” y pequeños desahogos. El sarcasmo y la ironía a la hora de expresar sentimientos estaban muy arraigados en ella, y tampoco deseaba cambiar. Pero también presentía que estaba preparada para volver a vivir. Pensó que, con toda probabilidad,  las cosas tenían que ser así para funcionar: él con su exmujer, siendo desgraciado de por vida y, del otro lado de la pantalla ella, sin nadie a su lado… por ahora. ¡OH, qué feliz le hacía pensar en ese “por ahora”!
                Cerró el portátil y se dejó llevar por la imaginación. Pensó en él, en ese “él” nuevecito que había aparecido en su vida (no en el otro, el obsoleto, antiguo y desusado “él”). Y volvió a sonreír.




Imagen tomada de la red. Si el autor lo solicita, procederé a retirarla del blog.

 

12 comentarios:

  1. Siempre nos merecemos una segunda oportunidad y tú te la mereces y mucho, ojala ese ÉL con mayúsculas aparezca, una persona que te ame, te quiera te respete y te valore, por supuesto que si. y que la sonrisa sea tú compañera durante mucho mucho tiempo. muacks tere.

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    1. Gracias, Tere, por tus buenos deseos. Por ahora la sonrisa está ahí, y para el resto... la prota del relato está más que preparada

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    1. Why not? Love must always have a place in our lives and in our hearts, too

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  3. Di que sí, a por Él, que la vida son dos días, jajaja

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  4. Me ha encantado. Bienvenido el "él" nuevo. :)
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, por tus buenos deseos y por leerme y comentar!!!

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  5. Siempre se vuelve a empezar..! es justo lo que me esta pasando! jajaja muy lindo lo que escribís!

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    1. Me alegro que te guste lo que escribo, de corazón... y de que te esté pasando algo tan mágico como recuperar la esperanza. ¡¡¡Muchísima suerte!!!

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