¿No os ha
pasado alguna vez que estáis tan cansados que no podéis dormir? Pues a mi ayer
me sucedía eso, estaba agotada pero no había manera de conciliar el sueño así
que decidí tomarme una dormidina.
Lo que me
sucede con esta pastilla es curiosísimo porque con sólo una sexta parte de
la misma ya entro en coma. Mi hermana dice que es el efecto placebo, que es
imposible que tan poca cantidad haga un efecto tan potente, y puede que tenga
razón, pero el caso es que he dormido nueve horas de tirón, con sueños curiosos
incluidos.
Uno de ellos
quizá se deba a que había estado leyendo algunas horas antes el blog de Kirke. Como
ella, en ese sueño participaba en un curso de Escritura Creativa. Lo organizaba
el Ayuntamiento de mi ciudad pero en lugar de celebrarse en un aula corriente,
nos llevaban a una isla paradisíaca y nos alojaban en un hotel de primera, con
jacuzzi en las habitaciones y todo. Igualito que en la realidad, vamos.
Una vez
hubimos acomodado el equipaje, que venía en baúles a lo Harry Potter, nos
reunimos con nuestra profesora junto a la piscina del hotel, donde había
organizado un bufé en nuestro honor. Además de infinidad de tartas deliciosas, teníamos a nuestra disposición un montón de objetos de entre los que teníamos que
elegir dos para hacer un relato. Mis compañeros y yo nos lanzamos sobre ellos como aves de presa,
dispuestos a pillar el mejor botín. Al terminar la refriega había conseguido un
plátano algo espachurrado y una corona. Eso y una tarta de chocolate recubierta
con nata que me proponía devorar a la primera ocasión.
Cuando me
disponía hincarle el diente al pastel tuve una idea genial para el relato pero
no tenía a mano nada para registrarla. Con mi memoria de pez si no la escribía
acabaría olvidándola ¡¡y no podría ponerla en el blog!!! (Aquí el curso de
escritura creo yo que me importaba un bledo). Me recriminaba a mí misma no llevar
conmigo en todo momento una libreta de notas, como las que solía llevar en el
bolso.
A falta de
pluma y papel anoté mi historia, con letra muy pequeñita, en la
cobertura de la tarta, pero cuando me decidí a llevarla
hasta mi habitación para poder transcribir
el texto tropecé con uno de mis compañeros de cursillo… y la
tarta se convirtió en un bonito cuadro abstracto en el pavimento.
Entonces me he
despertado. He intentado recordar la historia del plátano y la corona, pero no
ha habido forma de evocar nada ¡¡qué rabia!! ¡¡Con lo genial que me parecía en el sueño!! Me da a mi que, a partir de ahora,
voy a tener que llevar mi libreta de notas hasta dentro de la cama.
Feliz día a todos
Feliz día a todos
Aparte de que has dormido has tenido un bonito sueño. Que pena que al final no lo recuerdes bien y no sepamos qué pasa con el plátano y la corona. Para otra vez lleva lápiz y papel a la cama. Un abrazo.
ResponderEliminarAy, sí, yo también me he quedado con la intriga. Y por mucho que lo intento, no hay manera. Al final acabaré por llevarme el lápiz, papel y la cámara de fotos a dormir, jajaja
EliminarUn beso, Mari Carmen
Me ha encantado, jo yo quiero asistir a un curso de escritura creativa pero en ese hotel, que lujazo.
ResponderEliminarYo te aconsejaría que te pongas una libreta y un boli en la mesita de noche y así al despertar podrás anotar todo lo que has soñado, así será mas fácil, porque ahora me quedo yo con las ganas de saber más ains. Envidio sanamente que sueñes, porque sabes que desde que llegue aquí duermo muchísimo mejor, pero soñar nada de nada.
Un besazo enorme.
El hotel era una pasada... lo que dice mucho de mi imaginación porque yo no he estado en un sitio así en la vida, jeje. Ya tengo una libreta y boli en la mesita de noche, pero no ha dado tiempo, no he conseguido recordar por mucho que lo he intentado. Pero me lo he pasado pipa en el sueño, eso sí. Lo mismo esta noche cae otra dormidina, la necesito.
EliminarUn besazo, Tere, espero que nos veamos pronto (que tengo para ti tus caramelos de miel favoritos)
Sí, sí, sí, ¡a mí también me deja K.O la dormidina! jajajaja. Es increíble, me hace mucho más efecto que las pastillas para dormir que me receta mi doctora. Mira, ya tenemos algo más en común :))
ResponderEliminarRespecto a tu sueño, una verdadera pena que no recuerdes la historia. Con una corona y un plátano pocho seguro que te había quedado un relato genial. Y por cierto, yo también quiero apuntarme a ese cursillo que te recibe con habitaciones de lujo y bufé libre. ¡Ay los sueños, cuánto daño hacen a veces! :P
Me alegro mucho de que esta pasada noche hayas descansado, Chari. Yo me desvelé a las 4:10 de la madrugada y ya no hubo forma :((
¡Besitos y buen día!
Hola, Julia. Uy, un cursillo así debe ser la repera... pero gratis... madre mía, un auténtico sueño. Era increíble ese hotel, y la piscina... y no sé dónde he podido ver yo nada tan chulo, con lo poquito que salgo de aquí.
EliminarLa dormidina es lo más eficaz para mí, más que otra medicación para dormir que haya probado (y he probado muchas). Y con un trocito insignificante ya me hace efecto. Me viene genial y, como no abuso en absoluto, puedo tomármela con tranquilidad. De vez en cuando la necesito para descansar y esta noche tocaba. ¡¡Me alegra que compartamos también eso!!
Un beso enorme.
Jajaja qué rabia da eso.
ResponderEliminarSé de gente que tiene una libretita en la mesita de noche para apuntar esas ideas que surgen cuando estamos entre sueños, igual es porque dejamos más libre a nuestro inconsciente, sin tanto control y toma las riendas nuestra parte más creativa y puede darnos sorpresas, igual acabas recordando o imaginas una historia igual de fantástica.
Besos
Hola Conxita, no si tengo libretas (varias, además) y boli en mi mesita de noche, pero cuando me he despertado no he conseguido evocar nada de la historia dentro de la historia. Es curiosísimo porque todo lo demás lo recuerdo con detalle, incluso los baúles que había en la habitación o cómo escribía en la cubierta de la tarta...
EliminarAl menos me ha dado para el post de hoy, que ya es algo, jeje.
Un beso enorme
Una historia interesante, parece que tuviste uno de esos sueños, que se llaman sueños vívidos. He tenido muchos de ellos, pero solo recordé lo suficiente como para escribir algo acerca de. La mayoría de los sueños que tengo, cuando me levanto me olvido. Quizás debería irme a dormir con un cuaderno y un lápiz en la mano. Que tengas un día maravilloso, querida amiga Chari 😊
ResponderEliminarUy, lo del cuaderno y el lápiz yo ya lo tengo más que asumido, aunque la mayoría de las veces me da una pereza ponerme a anotar...
EliminarMe alegra que te haya gustado, Cindy, mil besos
¡Ay Chari! A mí me pasa eso mismo que a ti. A veces, cuanto más cansada estoy, más imposible me resulta conciliar el sueño. Así que me dedico a pensar en ideas, pero me ocurre como a ti, que tengo memoria de pez y luego no me acuerdo de nada; pero debo de pensar en rollos que yo me monto porque me quedo dormida enseguida, supongo que del aburrimiento.
ResponderEliminarPero te voy a decir una cosa, tener memoria de pez es una gran ventaja. Tus recuerdos son absolutamente selectivos y, entre otras cosas, impiden el rencor. Yo hay veces que sé que alguien me hizo una jugarreta, pero nunca me acuerdo de cuál. Así que lo dejo pasar. Claro que, así me va. Me toman por tonta. En fin.
¡Hasta mañana!
Jajaja, yo para quienes me la juegan sí tengo memoria, por desgracia, aunque también capacidad de perdón... así que también me toman por tonta como a ti, Macarena.
EliminarUn besote
Thank you for sharing your dream with us, Chari. You have described it is such detail that I have an appetite for a piece of frosted banana cake or some bananas and ice cream. Your verbal illustrations are wonderful and leave little doubt of what you saw.
ResponderEliminarHave a wonderful weekend!
A mi también me ha entrado hambre después de leerte, Paula. Por cierto, tengo una receta muy sencilla de helado de plátano y yogur que lo mismo preparo hoy... qué hambre
EliminarUn beso, querida amiga
Ja, ja. me pasa lo mismo que a ti con la dormidina. Tomo media de las pequeñas, las rosas y duermo relativamente bien. Digo relativamente porque yo hace décadas que no sé lo que es dormir ocho horas seguidas. El día que duermo de vicio, me levanto solo una vez al baño y duermo de dos tirones de tres horas o cuatro. Lo normal es que cada dos horas me vaya al baño y considero que duermo bien si entre una visita y otra caigo dormida rápidamente.
ResponderEliminarTambién pienso que lo de la dormidina es placebo porque con media pastilla pequeña no puede cambiar tanto respecto a no tomar nada.
Un beso.
Yo tomo 1/6 de las grandes y ya me hace efecto. Y resulta barato, al menos tengo esa ventaja. Yo tampoco duermo bien desde hace mucho, me pasa exactamente lo mismo que a ti. Y no sé si será placebo, pero efecto me hace y mucho.
EliminarUn beso enorme, Rosa
Jajaja. Lo que da de sí un sueño. Lo que más me gusta de ellos es su interpretación, pero últimamente no hay forma, pues son tan extraños y surrealistas, que tendría que ser un gran psicoanalista para llegar a entender su significado.
ResponderEliminarPrecisamente esta noche pasada he tenido que tomar una Dormidina (vaya publicidad que le estamos dando) de 25 mg y también he dormido de un tirón, ya que habitualmente (será la edad) me despierto con mucha frecuencia. Pero no he notado jamás que este producto me provoque sueños tan entretenidos como el tuyo, jeje.
Un abrazo.
Sí que estamos haciendo buena publicidad, sí... yo no creo que sea por eso lo de los sueños, aunque sí creo que me deja descansar. Mis sueños son a veces como películas, y me encanta escribir historias basadas en ellos. Uno me dio para una mini novela, pero es una patata (la escribí con 24 años).
EliminarAhora, algunos son tan surrealistas que me es imposible interpretarlos, no creo ni que un psicoanalista pudiera con ellos.
Un beso enorme, Josep, gracias por tu visita
Es curioso que a todos los que escribimos nos haya pasado algo parecido: Un sueño en el que vas hilando una posible y genial historia bien argumentada que te propones recordar para transcribirla en cuanto despiertes. Pero cuando lo haces has olvidado todo, o lo que recuerdas te parece tan absurdo que prefieres olvidarlo.
ResponderEliminarUn beso.
En mi caso no es que fuera absurdo (aunque era lo más probable, ya ves, un plátano y una corona) es que se me borró de la mente. Y me dio una rabia... al menos el sueño me sirvió para escribir el post, que ya es algo.
EliminarMil besos, Francisco, y gracias por todos los comentarios que me has dejado estos días.
Ay yo quiero ir a ese curso. Ojalá recuerdes la historia, a mí a veces se me olvidan los sueños y de repente vuelven a la mente.
ResponderEliminarBesos.
Uff, me temo que en esta ocasión no voy a poder recordarla. De lo demás me acuerdo como si hubiera sido real... aunque ya me gustaría a mi un curso como ese
EliminarUn beso enorme, Gemma
Genial aventura Chari! Qué mal que no hayas podido recordar la idea, ese es el efecto sueño...
ResponderEliminarEl entorno de tu sueño me recordó mucho a un relato que escribí en diciembre, claro que el mío se torna un tanto tétrico en su final... Te lo dejo por si te apetece leerlo:
http://grafema11.blogspot.mx/2017/12/materia-prima.html
Abrazote!!!
A veces tengo unos sueños que son alucinantes, como películas, y me dan para escribir artículos y relatos, jeje. Los disfruto un montón. Ahora mismo me paso por tu blog a leer tu escrito.
EliminarMil besos, Diana