martes, 17 de abril de 2018

Clotilde (micro relato)


 Hola a todos. Os dejo este micro. Aunque no todo es cierto, mucho de lo que os cuento está basado en "hechos reales". Espero que os guste.

Clotilde

Cuando era niña viví una temporada en la casa de campo de mi tía MariLola. Me gustaba mucho visitarla, me llevaba muy  bien con ella y, además, tenía una habitación para mí en la parte de arriba del edificio, un cuartito abuhardillado que me hacía soñar.  A través de las ventanas se podía ver el huerto y llegaban hasta ellas las ramas de un enorme eucalipto en el que anidaban los gorriones. Por las mañanas era su canto el que me despertaba, y desde entonces ése es el sonido que más me gusta y me relaja.
La tía MariLola  me dijo que podía decorar a mi gusto la habitación (había llevado conmigo peluches y fotos como para llenar varios dormitorios) pero había una pequeña condición: no podía molestar a Clotilde.
Clotilde vivía sobre mi cama, en el techo, justo encima de la almohada. Era pequeña, con el abdomen algo hinchado, patilarga y no muy peluda. Al principio me daba un poco de impresión pensar que dormiría con ella colgando sobre mi cabeza, pero la tía me contó que  la pequeña araña tejía su red para protegerme de los malos sueños, que quedaban atrapados entre sus hilos hasta que desaparecían. Puede que fuera porque sólo tenía cinco años pero, ¡¡qué ilusión me hizo entonces tener a mi nueva amiga en la habitación!!
Cada noche al acostarme parecía que me estuviera esperando. Mientras me arropaba, la tía me contaba que se estaba asegurando de que su telaraña fuera lo suficientemente fuerte para resistir los embates de las pesadillas y que por eso se colgaba de un hilo o saltaba sobre ella. Siempre dormí como un lirón en mi pequeño cuarto abuhardillado, así que llegué a creer que mi amiguita de ocho patas me cuidaba durante el sueño.
Han pasado muchos años desde entonces y aún la recuerdo. Supongo que porque la asocio a la etapa más feliz de mi vida, a esos días en que la mayor de mis preocupaciones era pensar si dedicaría la mañana a mirar cómo nadaban los renacuajos de la charca o a recoger y devorar tomates en el huerto. Clotilde es para mí como el canto de los gorriones: representa el amor de una tía por su sobrina, es el símbolo de mi infancia, de una etapa de inocencia, de esos días en que tenía fe en las hadas y era capaz de creer que una pequeña araña me protegía de las pesadillas.
A veces, sólo a veces, miro con nostalgia hacia mi pasado y… ¡Cuánto te hecho de menos, Clotilde!
                                                                               Imágenes de la red. Las eliminaré del blog si el autor lo solicita

32 comentarios:

  1. ¡Hola Chari!
    Hay una solución para que vuelvas a la niñez y duermas de nuevo en casa de tu tía MariaLola. Puede colgar en la misma esquina de tu cama un "atrapasueños" y así recordarás a Clotilde y dormirás plácidamente.
    Besitos

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    1. ¡¡Si!! Lo pensé mientras ideaba la historia, es curioso. Y me gustan los atrapasueños, "casi" tanto como las arañas.
      Besos, Macarena

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  2. hola Chari! que bonito lo que has escrito, gracias! saludosbuhos

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    1. ¡¡Muchas gracias, buho!! Me alegra que te haya gustado. Me hace feliz que me hayas dejado tu comentario :)

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  3. Recordar a tu atrapasueños es bonito si en esa habitación te hacía compañía Clotilde. Yo tuve una araña como animal de compañía. Un abrazo.

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    1. Clotilde fue también mi "mascota", nunca se me hubiera ocurrido hacerle daño ni a ella ni a ninguna otra araña. Me gustan. Cuando veo a una por casa la dejo en un sitio donde no pueda pisarla.
      Un beso, Mari Carmen

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  4. Gracias por compartir un recuerdo tan cálida y agradable, que Chari. ¡Abrazos!

    Thank you for sharing such a warm and pleasant reminiscence, Chari. Hugs!

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    1. Me alegra que te haya gustado, Paula, es un relato basado en un recuerdo muy, muy real que despierta mis emociones.
      Un beso enorme

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  5. Bendita inocencia la de los niños, querida Chari. No he podido evitar sonreir y sentir ternura ante la lectura de tu micro, y eso que las arañas, como todos los "bichos" en general, me gustan más bien poco. Me ha encantado esta versión tan tuya de un ángel de la guarda para los sueños infantiles. Por cierto, bien por la tía Lola que supo transformar con su imagnación un motivo de recelo en algo tan entrañable.

    Un post sencillamente delicioso :))

    ¡Besitos de martes, guapa!

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    1. Gracias por tu comentario, Julia, qué bonito. A mi los bichos me gustan, las arañas también. Los únicos que no tolero son las langostas o saltamontes grandes, no puedo con ellos. Pero a las arañas las protejo, siempre me han caído bien :)
      Un beso enorme

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  6. No sé si atraparía los malos sueños, pero lo que es seguro es que atrapaba mosquitos, moscas y demás insectos molestos. Desde luego, Clotilde velaba tus sueños.
    Hermoso relato.
    Un beso.

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    1. No sé yo lo que atraparía, era tan pequeñita... pero me hacía gracia verla bailar para mí en su telaraña, era una "mini mascota".
      Mil besos, Rosa

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  7. Ay qué nostalgia, si te contara lo que es echar de menos a un tío que te acaba de dejar...
    Me ha encantado, adoro las arañas y me vendría genial tener a Clotilde ahora que tengo bastantes pesadillas, si veo alguna araña la invitaré a casa.
    Besos y un micro precioso, de verdad, me encanta.

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    1. Ay, Gemma, siento lo de tu tío. Ahora lo estarás pasando fatal, pero con el tiempo el dolor se atenúa... o se acomoda, y no es tan difícil de sobrellevar. Mi tía Mari Lola era como una madre para mi y para mis hermanos, y de vez en cuando, al recordar momentos felices de mi vida, me apetece dedicarle algo de lo que escribo. Es una forma de rendirle homenaje y decirle "aún estás aquí, siempre estarás mientras yo te recuerde".
      Mucho ánimo, Gemma. Un beso enorme y gracias por tu comentario

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    2. Gracias Chari, o peor es que en mi caso no era mayor y claro, me paso el día dando vueltas a la cabeza...besos y seguro que el tiempo ayuda.

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    3. Te entiendo perfectamente. Mi tía falleció con 70 años, no era una anciana aunque había vivido mucho de su vida.Pero verás que el tiempo lo suaviza todo, no tengas prisa que eso no lleva a nada más que a sufrir. El proceso de duelo es complicado, depende del carácter de cada uno, pero si tiene algo que siempre es igual para todos es que, con el paso del tiempo, el dolor se atenúa y las cosas vuelven a su cauce. Estamos programados genéticamente para eso, si no, el dolor se nos haría insoportable.
      Un beso y muchísimo animo. Y ya sabes dónde estoy si me necesitas.

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  8. Qué bonito, Chari.
    Así es, echas la vista atrás y echas de menos, extrañas todo lo que los recuerdos te ponen en bandeja.
    Besos.

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    1. Se echan de menos tantas cosas... a veces me da un poco de yuyu ponerme tan nostálgica, pero bueno, un poquito no es malo ¿verdad?
      Mil besos, gracias por tu visita

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  9. Recién te descubro
    Me has encantado
    Tu manera de escribir ligera
    simple
    bella
    se me ha adentrado en la mente

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    1. Ay, qué bonito lo que me dices. Me alegra haberte llegado así, y mil gracias por comentar en el blog.
      Un beso enorme

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  10. Precioso Chari. Me ha encantado. ¡Qué sabor a niñez!. Tus palabras han formado un túnel del tiempo y me han llevado de vuelta aquellos días. Creo que siempre deberíamos tener una Clotilde en nuestra vida. ¡Besos!

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    1. Si que es cierto. Las Clotildes, al igual que las Tías MariLola deberían de ser inseparables de una infancia feliz. Mi tía fue más que eso para mí y mis hermanos y le debemos mucho de esa felicidad.
      Un beso enorme, me alegra que te haya gustado.

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  11. ¡Maravilloso y mágico relato Chari! Que fresca y cristalina forma de narrar, cual agua que emana de la fuente trayendo gratos y entrañables recuerdos de la infancia. Vaya mágica nostalgia de esos lejanos años! De verdad mágico y bellísimo relato, felicitaciones. Te sigo!!!

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    1. ¡¡Muchísimas gracias, Adelmo!! No sabes cómo me alegra que te haya gustado mi relato y lo mucho que significan para mí tus palabras. Tengo en este mundo virtual amigos que me aprecian y me dicen cosas preciosas, pero cuando me las dice un (por ahora) desconocido... eso es mágico.
      Gracias de nuevo, y bienvenido a mi blog. Espero que el resto de los post también te gusten :)

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  12. Curiosa amiga la tuya! :) en la inocencia de la niñez es cuando se mira sin prejuicios ni condicionamientos. Muy bonito texto!

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    1. Mil gracias, Miguel Ángel II!! De verdad estoy feliz de que este texto os haya gustado tanto a todos, para mí era un homenaje a un ser muy querido y me alegra que haya tenido éxito. Muchas gracias por tu visita y por el precioso comentario

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  13. A pesar de mi aracnofobia (yo no habría podido dormir teniendo a una araña por compañera de habitación), me ha parecido este un relato de lo más tierno. Los niños son capaces de creer cualquier cosa que merezca su atención, sobre todo si viene de la mano, o de la boca, de un ser querido.
    Un abrazo.

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    1. A mi las arañas me encantan, en realidad casi todos los bichos excepto las langostas, que me dan un repelús para morirme. Es cierto que los niños lo creen todo, yo he hecho vivir esa magia a mis sobrinas, y es maravilloso. Y también el cariño que recibo de ellas a cambio de esa "magia compartida"
      Mil gracias por tu comentario, Josep, me alegra que te haya gustado el micro.
      Besos

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  14. Me ha encantado. Un relato lleno de ternura y sobre todo el amor que tienes a los animales, por eso me ha gustado y porque recordar con amor hacía los demás es maravilloso, gracias por ser como eres no cambies nunca.
    Mil besos
    TERE.

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    1. ¡¡¡Qué bonito comentario!!! Gracias, Tere. Y espero no cambiar nunca, me ha costado pero me gusto como soy, jeje. Mil besos

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  15. Una historia que real o no, es muy tierna y llena de recuerdos de una niñez feliz.
    Besos.

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    1. Tiene mucho de real. El amor de mi tía, parte de lo que describo sobre la casa, y Clotilde, por supuesto, aunque era mayor cuando entró en mi vida.
      Si que fue una infancia feliz.
      Mil gracias por tu comentario.
      Un beso enorme

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