Antes de
alejarme de este “mundo paralelo” recibí
en casa algo me hizo mucha ilusión, un premio que había ganado en un concurso
que hizo Chelo en su blog. Se trataba de un precioso trébol-imán, el “Shamrock”
irlandés, emblema de esta nación y símbolo de la buena suerte.
Mirad qué
bonito es y qué preciosidad de tarjeta personalizada me hizo Chelo.
Fue
una sorpresa genial a la que quise dedicarle una entrada por entonces… y ya que
no lo hice, he querido incluirlo en mi post de hoy.
Me encantan los imanes, tengo un
montón. Unos están puestos en el frigorífico, otros invaden la pizarra
magnética que tengo en la cocina donde anoto la lista de la compra, y otros
los guardo con los adornos navideños y los saco el 8 de diciembre
para colocarlos con el resto de la decoración.
Tengo imanes
de muchos lugares, casi todos ellos son regalos de gente que me aprecia. Tengo
uno de Asturias, que me trajo mi amiga Tere; otro de Alessandria, Italia, que
me envió mi amiga Anna desde su país. Ah, y desde hace un mes tengo cuatro más
que me compraron Tere y su flamante esposo durante su viaje de novios.
Mis sobrinas
Ana y Lucía me compraron uno cuando fueron de viaje a Cuenca y mi sobrina Paula
me lo trajo de Londres, de la National Gallery. De mi hermano Quique y su mujer
también tengo dos, el de Praga y otro de cuando hicieron el Camino
de Santiago. El de Barcelona es de mi hermana y el patito de madera también. Este último lo cortó
y pintó ella hace muchísimo tiempo y es mi favorito.
Siempre dejo
uno (o dos) de Navidad para recordarme que depende de mí que mi fiesta favorita
dure todo el año. El muñeco de nieve ha sido el “imán indultado” del 2017-2018.
En cuanto al pollito es un reloj de cocina, se lo regalé a mi madre y le
encantó, ahora me recuerda a ella.
Los demás los
he ido comprando por ahí: en puestos de los “hippies” en la Playa de San Juan, en las
tiendas del paseo de Campello; en una quedada con un grupo de escritores que
hicimos en Granada, y en tiendas como “A
Loja do gato preto”, que me encanta, “Casa”, “Ale-hop” o “Tiger”.
Ahora el
trébol de Chelo ya forma parte de mi hogar, de mi pequeño mundo de imanes. Así
que con mucho, mucho retraso…
¡¡Mil gracias,
Chelo!!
Y a todos, feliz fin de semana. ¡¡Hasta el lunes!!
Y a todos, feliz fin de semana. ¡¡Hasta el lunes!!
Una colección muy bonita y original. Yo tengo unos cuantos pero no llego a una colección como la tuya. Simplemente no tengo suficientes superficies metálicas en casa como soporte, jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Uy, pues yo aún veo pequeñita mi colección, estoy empezando. De navidad tengo un montón más. Y se me ha olvidado contar que el lateral del frigo también lo tengo lleno, pero ahí pongo los más normalitos por que no se ven casi, jajaja
EliminarPara mí, mas que imanes son recuerdos de gente querida. Y nunca son bastantes!!!
Un beso enorme, Josep
Qué chulo, Chari, además todo un detalle de Chelo.
ResponderEliminarYo suelo comprar imanes cuando viajo, aunque luego los regalo. Creo que de todos mis viajes únicamente tengo uno de los Templos de Angkor. Además, mi madre los colecciona y, tiene tantos que ha llenado la nevera por completo, hablo de las dos puertas. Ahora le falta sitio.
Un besote. Feliz fin de semana.
Que suerte, tu madre. A mi me priva que me traigan imanes de un viaje, ya que yo salgo últimamente tan poquito ("últimamente" es un decir, hace más de 10 años que no viajo). Si por mi fuera, llenaría la nevera de arriba abajo, además de ser un regalo precioso queda genial. Alegran mucho la cocina y al mirarlos te acuerdas de gente que te quiere.
EliminarChelo tuvo un detalle genial y, aunque tarde, quería agradecérselo.
Un beso enorme, Macarena
Ohhhh, qué alegría me das, Chari. Cuando compartí tu post en Google+ no pensé que me iba a ver "reflejada" en él. Te lo agradezco enormemente, y me alegra que te gustara la postal que te envié con él.
ResponderEliminarYo tengo mi nevera repleta, porque de cada lugar que visito me traigo uno, y como la gente lo sabe, cuando alguien se va (si me aprecia un poco jajaja) me trae alguno.
Tu colección es preciosa, solete. Y estáte tranquila que me lo agradeciste por mail ;-)
¡Un beso gigante!
¡¡Claro que sí, Chelo!! Si el post se me ocurrió por tu imán... Me encanta. Me gustan los imanes que me regalan más que los que compro yo, me recuerdan a gente a la que aprecio.
EliminarUn beso enorme
Yo no tengo imanes en mi nevera, está forrada como los armarios y no agarra. Cuando viajo me gusta comprar alguno para regalar y tambien traigo dedales para dos amigas que hacen colección y son modistas. Yo no me quedo con recuerdos de los lugares que visito. Fotos o alguna postal. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Mira que casualidad! También tengo dedales de algún viajecito, pero muy pocos. Y, desde luego, no para usarlos porque coso de pena y no me gusta nada. En las fotos y postales también coincido contigo.
EliminarMuchos besos, MariCarmen
Sí que tienes una buena colección, sí. Yo tuve una época en que también llené la puerta de la nevera de imanes, pero luego me puse en plan minimalista y ahora solo tengo tres junto un par de fotos de la familia. Manías.
ResponderEliminarQué envidia me dio cuando ganaste el trébol en el sorteo de Chelo, puñetera. Me encanta ese imán.
Un besote, guapa.
A mi me pasó al revés, empecé en plan minimalista y luego no pude parar. Y tengo pocos para mi gusto, jajaja.
EliminarSi que es una chulada el imán de Chelo, mira por donde la primera vez que me toca algo en un sorteo.
Un beso enorme, Paloma
Esa es una asombrosa colección de imanes querido amigo Chari. Colecciono pequeños adornos y tengo una colección de muñecas. Deseo un día maravilloso y gracias por compartir estos pequeños tesoros con nosotros
ResponderEliminarHola, Cindy. Como mi casa es tan pequeñita no tengo mucho espacio para coleccionar adornos y muñecas, aunque me encantan. Así que me conformo con los imanes que decoran sin robar sitio, qué remedio!!
EliminarMil besos, querida amiga
Bonito ese imán y más esa tarjeta de Chelo que es un encanto de mujer siempre tan detallista.
ResponderEliminarMi nevera está poblada de imanes de los lugares que he visitado y de otros muchos que me han regalado y ahora estoy pensando que me gustaría que estuvieran en algún sitio, en un cuadro o algo similar porque en la nevera a veces se rompen. Estoy en ello, a ver si encuentro un buen lugar.
Besos guapa
Uy, a mi también se me ha roto alguno que otro, y muchos los tengo guardados para ver si los puedo recomponer... pero luego los veo en el frigo medio rotos y no me gusta. Una contradicción tras otra. Sólo conservo uno roto, el de Granada, porque fue una experiencia muy chula y me da muchísima pena deshacerme de él.
EliminarSi averiguas cómo colocarlos, avisa.
Mil besos, Conxita
Qué bonitosssss, yo también tengo unos cuantos, me encantaaaan.
ResponderEliminarBesos.
Si pudiera, llenaría la nevera de arriba abajo, me fascinan. Y los de navidad, me vuelven loca. Soy como una cría pequeña... de 52 tacos, jajajaja
EliminarUn besote, Estherxu
Me alegro mucho que hayas sumado el regalo de Chelo a tus imanes, tú tranquila que seguirás la colección porque cada vez que nos vayamos de viaje te traeremos mas para que sigas sumando, yo he empezado con este viaje, porque de los anteriores no me traje y me arrepiento porque quedan muy chulos en la nevera, de modo que la próxima vez que salgamos de viaje te traigo y para nosotros.
ResponderEliminarGracias por la mención.
Besos mil y nos vemos esta semana.
Ya sabes que vuestros imanes me encantaron, en especial el de Capileira, que me recuerda a los belenes que poníamos en casa de pequeños y me da muchísima ternura.
EliminarEstos imanes tienen mucho valor para mí, me demuestran cada día cuando los veo en la nevera, que tengo gente que me quiere. Y eso importa.
Un besazo y nos vemos prontito
Compartimos pasión por los imanes, Chari, y creo que las dos tenemos una buena colección. Lo mejor de estos pequeños detalles es que nos recuerdan sitios y personas a las que apreciamos, y eso, casi sin darnos cuenta, nos hace sentir mejor con solo mirarlos.
ResponderEliminarEl de Chelo es una preciosidad. Recuerdo cuando lo sorteó, a la vuelta de su viaje, así que fuiste muy afortunada de que te tocara. Espero que lo disfrutes por mucho tiempo :))
¡Un beso y feliz sábado!
Eso mismo acababa de decirle a Tere, unos párrafos por encima de ti :)
EliminarLos imanes me recuerdan, sobre todo, que hay gente a la que le importo y eso me da un subidón de alegría diario.
El de Chelo fue el primer regalo que me ha tocado en un sorteo, eso se me ha olvidado ponerle en el post. Es realmente precioso.
Un beso enorme, feliz finde
Yo me resistí mucho tiempo a poner imanes en la nevera, pero cuando empecé, ha sido no parar y ahora la tengo llena. De cada viaje me traigo varios y ya casi no caben más. Lo malo es que a veces se cae alguno y se rompe, pero, como me da pena tirarlos, algunos están mutilados.
ResponderEliminarTienes una colección muy bonita.
Un beso.
Ay, a mi me pasó igual, al principio como le decía a Kirke, estaba en plan minimalista pero luego... es verdadera locura. Ahora me compro menos, espero a que me los regalen porque tienen más significado para mi... y porque no tengo mucho más espacio. Los rotos intento recomponerlos. El de Granada está pegado, pobre, y tengo una cajita donde guardo cuatro o cinco más. Tengo uno de una vaquita, que me encanta, pero que se separa el imán del plástico y ni con cola de contacto :(
EliminarUn beso enorme, Rosa. Feliz fin de semana
Ay qué maravilla, yo también los colecciono, muchos los he comprado yo en mis viajes, otros mis hijos, familiares o amigos y él último me lo ha traído mi vecina de Noruega, así que me ha encantado el post.
ResponderEliminarBesos.
A mi me hace mucha ilusión que me regalen un imán. Por falta de espacio, otra cosa no podría tenerla a la vista, y los imanes sí, y me recuerdan a diario a gente que me importa o a experiencias bonitas.
EliminarMil besos, Gemma, me alegra que te haya gustado el post.
¡Menuda colección! Yo también tengo algunos en la puerta de la nevera. Los míos no son de viajes sino de peces. Tengo la nevera llena de peces ^_^ jajajajaja. Un saludo.
ResponderEliminarJajaja, muy bueno. Mira, yo de peces ninguno, pero tengo un perrito, una vaca y un cocodrilo en la nevera, no sé ni cómo me caben, jajaja
EliminarUn beso y muchas gracias por visitar mi blog y dejar tu comentario