Esta noche ha
sido bastante buena, he conseguido dormir seis horas seguidas (¡¡¡qué subidón!!!
¡Récord al canto!). Hasta recuerdo el sueño que he tenido, un sueño genial con
el que me gustaría haber podido continuar aunque sólo fuera un poquito más….
Pero bueno, no se puede tener todo ¿no?
He
soñado que alguien, no recuerdo quién, me regalaba un pony. Era un caballito
blanco-canela monísimo, algo más pequeño de lo normal, que me seguía a todas
partes como si fuera mi sombra. Jugaba con él al escondite, lo llevaba de
tiendas (todo el mundo lo veía como lo más normal del mundo) y hasta a una
fiesta infantil. Ningún niño podía montar en él, entre otras cosas porque el
caballito no se despegaba de mi lado.
En
la fiesta empezaba a sentirme algo agobiada. Mi pony-lapa había comenzado a
incomodarme un poco. Entendedme, me gustan los animales cariñosos, pero no
tanto. Le conté mis penas a mi amiga Tere y ella me dijo que, en realidad, mi
mascota era un príncipe encantado y que tenía que ser paciente hasta descubrir
el modo de romper el maleficio por el que había mutado en equino.
En
un principio la idea me pareció muy romántica (siempre me encantó el cuento de
“la bella y la bestia” y ya escuchaba en mi cabeza la típica musiquita Disney)
pero… pero el pony me topaba con la cabeza, y lloraba muy bajito, lloraba,
lloraba…
Y
me he despertado porque Fibi me estaba dando golpecitos y llorando para que la
subiera a la cama. Tenía miedo porque chispeaba, ella es así.
De
vuelta a la realidad me he encontrado con mi peluda, que es más que un
príncipe… ¡¡es la reina de la casa!! Y, aunque me ha dado rabia no poder
continuar soñando, la he subido a mi lado y nos hemos quedado las dos fritas
una media hora más. No está nada mal, la verdad.
Mi perrita blanca-canela
también me sigue como una sombra, y me da más cariño del que podría imaginar. A
veces, tenemos “cosas” en nuestra vida que son más propias de los sueños (como
este amor incondicional) y nos cuesta darnos cuenta de ello, aunque yo he
tenido la suerte de constatar que, en ese sentido, estoy viviendo un sueño…
despierta.
Es que, desde luego, Fibi es para comérsela. Cuánto me acuerdo yo de mi Kika cuando veo sus fotos. No por el parecido, porque Kika era una preciosa caniche blanca, sino por lo buena, lo fiel y lo acompañada que he estado 18 años teniéndola a mi lado. Hace ya años que se fue, y aún no he logrado olvidarla. Yo le hablaba mucho y creo que entendía todo lo que tenía que decirle. De verdad que la amé.
ResponderEliminarMuchos besos a las dos.
Hola, Macarena. Los animalitos que han formado parte de tu vida, sobre todo si son especiales contigo como era tu Kika, no se olvidan jamás. Yo también tuve un caniche, pero de pequeña, fue el segundo perro que llegó a casa. Era de color negro y se llamaba Toté. No la olvidaré en mi vida, ni yo ni nadie de mi familia porque era uno más. Y claro que entienden, las palabras, la ausencia de ellas y las emociones.
EliminarPor cierto, mi hermano tiene una perrita que se llama como la tuya, es un westy.
Mil besos para ti, Yayo y Macarena
La verdad da pena despertarse cuando se tiene un sueño tan bonito y romántico porque no, como el que tú has tenido, cachis que Fibi tuviera miedo.
ResponderEliminarLo que me ha sorprendido es que yo aparezca en tú sueño, que bien, me encanta.
Ojalá pudieras volver a soñar con ese pony y poder descubrir quién ese principe que se esconde en forma de equino. Un beso enorme. TERE.
Uff, deja, deja... la mayoría de las veces los príncipes azules acaban siendo ranas. Prefiero a Fibi, ella sí que sabe lo que es AMOR VERDADERO, jajajaj
EliminarUn besazo, Tere
que pena que Bifi te despertara, ¿tenía miedo de unas gotas de agua? Si hubieras seguido el sueño quizás sabrías quién era tu príncipe. Un abrazo.
ResponderEliminarA Fibi le da miedo la lluvia. Ignoro por qué, pero el caso es que me entero de que llueve porque ella se pone muy nerviosa, aunque sean unas gotas y yo ni las oiga.
EliminarNo sé quién podría haber sido el príncipe, pero sé quién es la Reina de la casa, que ya es, jejeje
Mil besos, Mari Carmen
Hola, Chari! Muchas gracias por compartir tus pensamientos y soñar. ¡Es tan bueno verte de nuevo!
ResponderEliminarMis sueños rara vez son tan profundos o tienen ese posible significado. Sueño a menudo con volver a un lugar de trabajo en el que estuve entre 1970 y 1974. ¡Por qué no lo sé porque he estado jubilado temprano, desde 2005!
¡Un abrazo!
Hi, Chari! Thank you so much for sharing your thoughts and dream. It is so good to see you again!
My dreams are seldom so deep or carry such possible meaning. I often dream that I am back in a workplace that I was in from 1970 to 1974. Why that is I do not know because I have been retired early, since 2005!
A hug!
¡Hola, Paula! Qué alegría tan grande verte por aquí.
EliminarEs curioso, a mi madre le pasaba IGUAL que a ti, soñaba que volvía a su trabajo... cuando ya llevaba mucho jubilada. Hay cosas que te marcan y a veces vuelven en sueños. Lo que no sé es lo que puede significar :)
De verdad que me alegra tenerte en el blog, Paula, mil besos
Qué post tan bonito, Chari. Has pasado de contarnos un sueño un poco loco que me hacía sonreir, a extraer una moraleja de lo más provechosa aplicada a tu vida real. Pues es cierto, tendemos a no valorar lo que tenemos, aunque sea algo de sueño, o de cuento. Así de desagradecidos somos los humanos.
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que tú sí lo hayas sabido ver y de que eso te haga feliz :))
¡Besitos para Fibi y para ti!
Hola, Julia. Me alegra que te haya gustado el post, has visto en él justo lo que quería expresar :)
EliminarMe ha faltado algo de lo que me he dado cuenta ahora, al responder a los comentarios, algo que le he dicho a mi amiga Tere: que los príncipes azules que creen saber lo que es amor verdadero a veces resultan ranas o sapos, pero mi perrita no me decepciona nunca. Es un cielo.
Besos, Julia, gracias por tu comentario
Esto lo llamaría una experiencia de sueño verdadera y vívida. El pequeño caballo era realmente, Tibi.
ResponderEliminarHe tenido sueños vívidos en ocasiones cuando alguien o algo que realmente amaba aparecía en una diferente forma. Sabes quién o qué son por los sentimientos que experimentas. Y si los sueños aparecen y se sienten muy reales, a menudo también he querido que esos sueños duren, pero como dices, es maravilloso haberlos experimentado durante el poco tiempo que lo hacemos.
Gracias por compartir tu publicación de blog querido amigo Chari
Fibi siempre está presente en mi vida -ES mi vida- y es normal que aparezca en sueños... o que los interrumpa para reclamar mi atención, jeje.
EliminarMe alegra que te haya gustado el post, Cindy, gracias por tu comentario. Mil besos
Yo nunca he hecho mucho caso a esas interpretaciones de los sueños, no acabo de creérmelas mucho. No es que vaya yo a cuestionar a Freud y a sus estudios, pero no me termina de convencer la supuesta relación entre lo que soñamos y lo que sentimos o tememos o deseamos. Creo que el cerebro si quisiera decirnos algo al soñar lo diría claramente y no con alegorías raras. Par mí, los sueños, sueños son. Y ya está.
ResponderEliminarDespués de mostrar lo simple que soy, solo comentarte que es una suerte que Fibi viva en un sitio con tan buena climatología, porque si llega a vivir en Galicia y le da miedo que chispee... lo iba a llevar crudo.
Un besote grande.
Jajaja, me imagino a Fibi viviendo en Galicia... y a mi llevándola al psicólogo canino. O yendo yo al humano, porque la pobre se pone insufrible cuando llueve. Aquí caen cuatro gotas dos veces al año y ya, así que por eso no tengo que preocuparme, menos mal.
EliminarUn beso enorme, Kirke
Me encantas tu simplicidad tu manera de poner las letras
ResponderEliminarme quedo por acá y te dejo un abrazo desde el mar de Miami
Hola, qué bien que te guste mi forma de expresarme y el blog. Eres muy bienvenida. Un beso desde la playa de Alicante
EliminarAy muero de amor con Fibi, es guapérrima y encantadora. Yo quiero tanto a mis gatos que no hay palabras para describirlo.
ResponderEliminarY me ha hecho muchísima gracia que apareciera Tere en el sueño.
Besos.
Si que es preciosa. No es "amor de ama" ¿a que no? Tiene los ojos más bonitos que he visto en mi vida. Y tuve una gatita que también era un amor, la echo muchísimo de menos.
EliminarA Tere también le hizo gracia salir en el sueño, dice que ojalá no me hubiera despertado para ver si realmente el pony era un príncipe, jajaja
Mil besos y feliz finde
Esta entrada me gusto muchisimo Chari BR 7
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado, Ana María. Un beso enorme y gracias por tu visita
EliminarMaravilloso despertar! Aunque el sueño fuera el mejor del mundo yo agradezco a mi "Elias" que despierte con sus cariños... :) agradable lectura!!!
ResponderEliminarYo también lo agradezco, esos despertares son la diferencia entre un día ordinario y uno que empieza con buen pie. Mil besos y gracias por tu visita
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