Superpoderes nocturnos

Siempre creí que si alguna vez en  mis sueños era un superhéroe, sería “La Mujer Invisible”, cuyo poder especial me fascina. Y si no, la encantadora y letal Natasha Romanova, también llamada “Viuda Negra”, que pelea como nadie. Aunque no sean exactamente heroínas, podría incluso decantarme en mis fantasías oníricas por la ágil Catwoman (en los sueños, el traje de cuero SÍ me queda bien) o Mística (porque eso de poder convertirte en quién quieras es una autentica gozada). ¿Os imagináis qué divertido?

Pues hoy he soñado que era uno de esos personajes fantásticos de cómic, pero no era ninguno de los que os acabo de mencionar. De hecho, ni siquiera era una mujer. Era “The flash”… o “La Mancha”, como queráis llamarlo y podía moverme a súper velocidad. Esta cualidad, unida a unos reflejos sobrehumanos, no es nada desdeñable, pero en el sueño me sentía frustrada porque no era quien quería ser… hasta que empecé a correr. ¡¡¡Qué sensación tan maravillosa!!!

            Notaba el corazón latiendo con fuerza mientras me desplazaba más rápido que el viento que silbaba en mis oídos. Éste apenas rozaba mi traje rojo mientras perseguía al súper villano (que no era otro que un antiguo médico de cabecera, alguien a quien detesto por razones que no vienen al caso), le daba una somanta de palos (y capones, y patadas en la entrepierna, qué emoción TAN gratificante) mientras rescataba a niños y damiselas en apuros dejando a mi paso tan sólo una estela escarlata… ¡¡¡una delicia!!!

            Parece increíble que se pueda soñar con algo que jamás se ha vivido, con una sensación física tan potente, pero por lo visto es posible. ¿Será que tengo un don especial?  También, al parecer, puedo conseguir en mis sueños que un traje de cuero negro me siente tan bien como a las mismísimas Halle Berry o Michelle Pfeiffer… ¡¡¡Ese sí que es un auténtico súper poder!!!