Hace unos días
fui a merendar a una cafetería que está cerca de casa de mi hermana. Es un
lugar muy agradable, hacen una deliciosa “coca de mollitas” con chocolate, y
cuenta con una gran terraza en la que permiten estar a Fibi. Está al lado de un
colegio y, al parecer, a la hora de la merienda se llena hasta los topes pues
puedes encontrar siempre a las mismas madres tomándose un café mientras sus
pequeños se hinchan a bollos, cruasanes y gofres con chocolate. ¡Casi todas las
mesas estaban ocupadas! Pero por suerte encontramos un rinconcito en el que nos
pudimos acomodar Tere, mi sobrina Paula, Fibi y yo.
¡Menuda
merienda se estaban zampando alguno de esos niños! Empezamos a hablar de lo perjudicial
que puede ser tomar, por costumbre, tanto dulce y tanta bollería industrial. Mi
hermana insistía, con razón, que no era una comida adecuada, ni sana… ni
completa.
Entonces
levanté la vista y leí un cartelito en el que avisan de los posibles alérgenos
de los artículos que venden:
“Nuestros productos contienen o pueden
contener trazas de: gluten, huevos, leche, crustáceos, pescado, soja, sésamo,
frutos de cáscara, apio y mostaza”
Y le dije: ¿De
verdad crees que no hacen una comida completa? Pues mira el cartelito. Toman huevo, leche, soja… ¡¡¡y hasta
pescado!!! Más completa imposible.
Nos estuvimos
partiendo de risa hasta que llegamos a casa.
No me extraña que os diera risa, ¡¡no es para menos!! jajajaja. Imagino que como hoy en día hay tantos casos de alergias e intolerancias alimenticias, quieren curarse en salud advirtiendo a los clientes. No me parece mal, pero lo de los pescados suena regular tratándose de una cafetería :D
ResponderEliminarUn beso grande y feliz lunes, Chari!!
En la cafetería hicieron más que bien, pero me entró la risa porque me salió del alma, fue una de esas cosas que se te ocurren, las sueltas y empiezas a reír. Y sí, lo del pescado es lo que peor sonaba, jajaja, qué asquito.
EliminarUn beso enorme, Julia
Una merienda muy especial, Un abrazo
ResponderEliminar¡¡Sí, muy especial!! Lo mejor de todo, la compañía y las risas. Merendar así da gusto. Un beso, Mamen
EliminarMi padres siempre nos han prohibido de pequeñas cualquier cosa que no fuera natural, o sea jamas y mira que le insistíamos ante el bollycao de turno y artículos semejantes que comian todos los niños que conocíamos pues nada, a mi me tocaba merendar un bollo del horno de la Esperanza, el cual supongo que recordaras con chocolate y la verdad estaba buenisimo pero mira que le insistiamos una y otra vez, pues nada no lo conseguimos simepre una berlina, un bollo etc. y luego con jorg ey mis sobrinos a pasado tres cuartos de lo mismo, y la verdad el cartelito tiene gracia despues de tal conversación entre vosotras jeje. un beso enorme. TERE.
ResponderEliminar¡¡Qué bueno estaba todo lo del horno La Esperanza!! Hace un ratito he leído tu entrada y me ha entrado hambre y añoranza ¡¡qué tiempos y qué meriendas!!
EliminarUn beso enorme, Tere
Muy buena la entrada chari aunque también muy bueno por parte del establecimiento por poner los alergenos que pueden tener sus productos un abrazo
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Pedro. El establecimiento tiene un comportamiento responsable, pero la verdad es que el cartelito tira de espaldas... menos mal que yo no le hago ascos a nada, jajaja.
EliminarMil besos
La verdad es que a veces es mejor no leer los cartelitos de lo que tienen algunos de los alimentos que tomamos, porque sino no comeríamos de nada.
ResponderEliminarPor lo menos fue una tarde divertida.
Un besillo.
Yo si me lo comería, porque no soy nada tiquismiquis, pero lo cierto es que el cartel te da que pensar. ¿Pescado? ¿¿¿Por qué??? ¿¿¿En un bollo???
EliminarEn fin, preguntas sin respuesta. Eso sí, me reí un montón.
Un beso enorme, María
Ja, ja qué bueno Chari, es así y lo tienen que poner por la cantidad de alérgicos (en los que me incluyo, en principio de polen, fíjate yo una botánica, jeje) pero hay muchos peques con problemas graves con la alimentación y un verdadero quebradero de cabeza para sus familia. Un abrazo!!!!
ResponderEliminar¡Claro que lo tienen que poner! Me parece lo más responsable. Pero te lees el cartelito y te quedas a cuadros. Es lo que le digo a María... ¿Pescado en la bollería? Uff, lo piensas con detenimiento y dejas de comer bollitos, seguro.
EliminarMil besos, Emerencia, feliz lunes
Y yo mientras batallando pata mi hijo coma algo ... lo que sea. Es muy mañoso.
ResponderEliminarPues nada, te lo llevas a cualquier cafetería y consigues que coma, con solo un bollito, desde pescado hasta huevos y soja. Una comida completa, jajaja. Un beso para ti y para tu niño.
EliminarJajajaj, me encanta y tiens razón, tiene de todo no falta ningún grupo de la pirámide alimenticia.
ResponderEliminarTu hermana, ahora ya en serio, tiene razón, es malísimo abusar de las bollerías. De vez en cuando no pasa nada, pero en esos casos yo los llevaba a una cafetería famosa por los churros, que dentro de lo malo los hacen allí y es harina con agua, y la vida sin dos día y algún capricho hay que dar, pero sin abusar.
Un besín y me gusta mucho que busquéis sitios donde Fibi pueda estar, qué adorable.
Es verdad que la bollería industrial no es lo más recomendable, ni siquiera la casera en exceso, pero como tú dices, de vez en cuando no pasa nada. Me encantan los churros, al lado de esa cafetería de la que hablo hay una churrería (y también nos dejan estar fuera con Fibi) y es que si ella no puede entrar, pierden un cliente, jeje. Un beso enorme, Gema
EliminarMuy bueno Chari, Tarde divertida, y merienda completa. La verdad es que es complicado gestionar las alergias. Cada vez hay más. Besitos.
ResponderEliminarLo mejor de la merienda, aparte de la coca de mollitas, fue la compañía y las risas. Eso sí que alimenta... el alma.
EliminarUn beso grande, Maríjose
Supongo que soy uno de los afortunados, no tengo alergia a nada, aunque tengo preferencias en lo que como, sí. Y algo de comida yo simplemente no comer porque no me gusta. Eso sería todo un lujo aquí si podíamos encontrar un lugar que estaba lo suficientemente caliente para sentarse en una terraza abierta. Eso no va a ser para otro, por al menos dos meses medio aquí. Lo que más me gusta en el verano es de los vagones de salchicha al aire libre y picnics en el bosque. Gracias de nuevo por una entrada muy interesante. Gracias querida amiga Chari {:o)
ResponderEliminarHola, Cindy. Yo tampoco soy alérgica a nada, así que soy como tú dices una de las afortunadas. Aquí en mi ciudad el clima es muy cálido, y más este año, así que no supone un problema estar en las terrazas. Pero me encantaría disfrutar de un invierno frío como los de Canadá, al menos una vez, debe ser precioso.
EliminarUn beso enorme, querida amiga
¡Menuda merienda, Chari! Yo no supe lo que eran los Bollicaos hasta los 12 años, jajajaja. Mi madre solo nos daba bocatas para merendar. Aunque el bocadillo de leche condensada y cola-cao estaba mejor que cualquier bollo! ;)
ResponderEliminarYo tampoco tomaba Bollicaos, mi madre nos ponía pan con unas onzas de chocolate y estaba de vicio. Pero tampoco todos los días. Era una merienda sana, aunque de vez en cuando caía una ensaimadita o un bollo... ¡¡Qué bueno!!
EliminarMil besos, Eva, gracias por pasarte.
Buenísima la anécdota y, sobre todo, tu ocurrencia. Completa del todo. hasta alguna caries y alguna diabetes se meten los angelitos.
ResponderEliminarAhora bien, yo creo que en ese aspecto estamos mejorando en España. hace años, los chicos en el instituto comían palmeras de chocolate, donuts y cosas así. Ahora se les ve con manzanas, yogures, bizcocho casero, etc. Hablo de la mayoría, claro. Tanto antes como ahora, ha habido y hay de todo.
Un beso.
Yo también creo que nos estamos concienciando más en la forma en que cuidamos la alimentación, y que se ponga ese tipo de cartel indicando los alérgenos es señal de ello. Ojalá sigamos avanzando.
EliminarMe lo pasé muy bien durante la merienda, me reí un montón y me hizo gracia mi propia ocurrencia.
Un beso enorme, Rosa, feliz lunes
May I please have a chocolate bun, and no codfish or squid, thank you! Wow, talk about covering your risk! I know why that sign is there. Unless they are serving shrimp croissants or flounder waffles, I would say that it stretches the limits of sensibility - and the baker's ability to put all that stuff into a chocolate something! Thank you so much for starting the week with a smile, Chari, and may your week stay sunny and warm. The temperature here is -20C and we have about 30 cm of snow on the ground. I like having all four seasons here but winter becomes old very fast! Hugs and kisses!
ResponderEliminar¡¡Qué razón tienes, Paula!! Tiene que ser un panadero muy, muy mañoso para poder poner tantos ingredientes en un bollo y que la masa suba y cuaje, jajaja. Mi semana es soleada, como de costumbre, no sabes lo que me gustaría conocer un invierno en Canadá, debe ser maravilloso. Verás como pronto llega el tiempo más apacible. Muchos besitos, Paula
EliminarUff, sobre este tema podría hacer yo otro post: trabajo en nutrición, así que te puedes imaginar.
ResponderEliminarLo de los alérgenos es por obligación que impone la normativa sobre seguridad alimentaria y lo de zampar tanto bollo es por la comodidad que supone y porque es a veces más barato que la fruta.
Rosa comenta que estamos cambiando y es cierto pero aún nos queda mucho por hacer. En otros países europeos los alimentos considerados sanos tienen menos impuestos que los que tienen una composición poco adecuada (léase bollería industrial).
La gente empieza a concienciarse pero desde las instituciones públicas se debería hacer mucho más.
Genial entrada, Chari, refrescante y divertida.
Un beso.
Sería genial que siguiésemos el ejemplo y los alimentos "sanos" estuvieran menos gravados con impuestos. La gente se concienciaría más si la gente que ostenta el poder y toma decisiones se lo pusiera más sencillo.
EliminarUn beso enorme, Kirke, y ánimo con el post.
Chari, me haces pensar demasiado últimamente! Pienso que todo, con moderación, puede ser sano. A muchas personas, les hace felices comer ciertos alimentos y supongo que eso estimula las endorfinas. Por el contrario, el exceso -aunque sea de cosas saludables- nunca tiene consecuencias positivas: como practicar deporte compulsivamente. Ahora bien... en mi caso, que soy muy especial a la hora de comer, los componentes de estas cosas del cartelito, me hubieran dado más reparo que ¡unas almejas de un puestecillo cochino de Malasia! Un beso.
ResponderEliminar¡¡¡Seguro que no!!! Con lo que has viajado seguro que has probado cosas peores, aunque sin cartelito. Y ya sabes lo que dice el refrán: ojos que no ven... almeja que te comes, jajaja.
EliminarMil besos, Macarena
¿Te imaginas? Los tentaculitos flotando en el líquido humeante, y uno de esos tenedorcitos de dos puntas para remover... ¡agg, que cosa!, jajaja.
ResponderEliminarUn beso enorme, Julio David
Jajaja. Una anécdota muy buena y divertida.
ResponderEliminarCoincido con Julio David en que resulta cuanto menos chocante que revelen esta información. Estamos tan acostumbrados a lo contrario, a que se oculte la verdad. O bien a que se anuncie a bombo y platillo lo opuesto, que sus productos están exentos de eso y aquello tan malo para la salud.
Solo por su nivel de honradez, vale la pena ir a esa cafetería.
Un abrazo.
A mi me chocó muchísimo ver todo expuesto tan clarito, y sí, por lo menos son honrados aunque... ¿Crustáceos y pescado? Qué quieres que te diga, si no lo lees al menos no te da cosa, ya sabes, ojos que no ven... jajaja
EliminarUn gran beso, Josep