Llamo “salta-colas” a las personas que se deleitan
en pasarte por encima como si fueses menos importante que su propia sombra,
haciendo de su capricho o urgencia una prioridad universal. Esta actitud, que no es otra cosa que una
falta de respeto, me desagrada sobremanera
Debo tener un
radar o un sexto sentido o un superpoder, porque los descubro enseguida. Los
veo observarme y disimular, acelerar el paso para llegar antes que yo a una
caja o colocarse disimuladamente en el mostrador, mirando hacia otro lado, para
lanzarse luego sobre la persona que lo está atendiendo sin remilgos. Según mi
experiencia, hay tres categorías de “salta-colas”:
- Tipo “lobo
solitario”: no necesitan a nadie para colarse. Se plantan en tu lugar y ni
te miran. Y cuidadito con decirles algo, que encima se enfadan. “¡¡Yo estaba
primero!!” te espetan sin miramientos
aún a sabiendas de que es una trola.
- Tipo “benemérita”: van de dos en dos, de ahí
el nombre, y son expertos en el arte del disimulo. Generalmente van hablando
entre sí, riéndose y, como quien no quiere la cosa, intentan apropiarse de tu
espacio. “¡Ay, perdón! no me había dado cuenta de que estaba usted primero”
–dicen como disculpa, eso sí, sin moverse ni un paso ni cederte el puesto que
te corresponde. ¡¡Mentira cochina, que he visto como me mirabas mientras
dirigías tu carrito hacia mí!!
- Tipo “porque yo lo valgo”: se cuelan y,
además, tienen el morro de reconocerlo. “Es que he aparcado en segunda fila, es
que tengo prisa, es que sólo llevo esto…”. Pues mire, pida “por favor” que le
cedan el turno y, con suerte, encontrará a alguien que lo haga. Así, a las
bravas, no. Al menos conmigo no funciona.
Mi último
encuentro con personajes de este estilo fue en la cola de Mercadona.
Pertenecían al género “benemérita”: una señora que intentaba hacerse hueco a
base de empujarme con un cesto lleno hasta los bordes mientras disimulaba
hablando con su compañera. El primer golpe en el tobillo lo aguanté sin decir
ni mú. Mi agresora me dijo que lo sentía pero siguió con la misma técnica. El
segundo empujón no tuvo ni siquiera disculpa y me tocó muchísimo las narices.
Cuando vi que no iba a dejar de importunarme le dije: “Señora, si vuelve a
darme otro golpe con el cesto se lo devuelvo”. La amenaza surtió efecto porque
se retiró de inmediato y sin decir palabra. Pude pagar mi compra sin más
incidentes y recibí la felicitación de la cajera que, entre risas, me dijo
“¡Bien hecho!”
Se que la vida
es muy corta para andar enfadándose por cosas así, pero ya veis, a esta gente
que encuentra un placer malsano en saltarse las colas (y los derechos de los
demás) siempre me apetece dedicarles una ración extra de latiguillo
Muy bien... Jijiji. Un saludo. Esta vez me has hecho reír. No te diste cuenta pero la cajera era yo.
ResponderEliminarMe alegra haberte echo reír, Pepa. ¡¡Tenías que haberme dicho algo, mujer!! Como estaba tan enfadada no te reconocí, jejeje.
EliminarMil besos
Jajaja, no te pongas así vecina, yo hace poco en un ascensor de estos que entran 12 o 15 personas, llegó uno y se plantó el primero como si tal cosa, todo el mundo le miraba, yo me acerque al abrirse las puertas y con una reverencia, le dije: "pase usted primero caballero". La gente se descojonaba de la risa jajajaaja
ResponderEliminarJejeje, tú eres más diplomático que yo. A mi se me cruzan los cables cuando me cruzo con uno de estos fenómenos. Tuvo que estar genial lo de la reverencia, como para no reírse, jajaja.
EliminarUn beso enorme, Kike
Ay que poco me gustan los colones. El otro día estaba esperando en la cola de un cajero. Y llega un tio trajeado y se cuela. A lo que yo ni corta ni perezosa le digo: "perdone, estaba aquí esperando". Y va y me suelt: "Pues venga ya". Saqué dinero con toda la parsimonia que pude. Pero ya no, ya no se me cuela nadie. Estoy harta de los abusones.
ResponderEliminarMuy bien que hiciste.
Un besillo.
Es que si no te rebelas, al final pierdes todos los derechos, y a mi me puede la gente maleducada. Yo también acabé perdiendo los papeles, jeje, pero es que me sacó de mis casillas. Hiciste de maravilla, María, hacer esperar al muy grosero fue una buena lección.
EliminarMil besos
A mi me pasa sobre todo con señoras mayores que con eso de que son mayores se creen con todos los derechos y siempre andan con el mismo cuento "solo llevo una cosa de nada,si no te importa" o "Tengo mucha prisa, por esto o por lo otro" siempre la misma canción. Y encima no te lo pierdas las hay descaradas, mi madre siempre que ve a una conocida suya la evita y se hace la loca, porque sabe que si la saluda se va a colar seguro con la excusa de que va hablando contigo, con que asi que no eres la única uqe te encuentras asalta -colas y yo tambien me ponen de muy mal humor y no puedo, siempre contesto lo mismo señora o caballero, que son los menos, yo tambien tengo prisa, y se acabo. un beso enorme. TERE.
ResponderEliminarEs verdad, te los encuentras por todas partes, hasta en la consulta del médico. En un par de ocasiones he tenido enfrentarme con gente de este estilo. Si me piden las cosas con educación yo no tengo problema en ceder mi puesto, pero cuando además van en plan abusón... no puedo con ellos.
EliminarUn beso enorme, Tere
Hola!!!!! Ese es mi pan de cada día, no sé si me ven la cara. `Por un lado siempre tengo suerte porque cuando llevo poca cosa, y sin decir nada generalmente la persona que tengo delante me deja pasar y yo se lo agradezco de corazón e intento hacer lo mismo si veo a alguien con poca cosa y que se comporta. Pero los salta colas me invaden, es una pesadilla y cualquier día voy a amenazar yo también con devolverla porque es increíble, siempre me dicen;-ay niña no te había visto, que no sé que me da más rabia lo de niña en modo peyorativo(que tengo 41 años!!!) o que nieguen que me vieron.
ResponderEliminarUn besín, feliz finde y me he reído mucho con tu clasificación.
Yo insisto, si las cosas se piden con respeto no tengo problema. Pero cuando se nota que intentan tomarme el pelo me sublevo. Si te vuelven a decir que no te han visto recomiéndales que vayan al oculista y que te dejen tu lugar, jeje.
EliminarMil besos, Gema, feliz finde
Os malditos fura- filas, pelo visto é uma praga mundial...
ResponderEliminarComigo eles também não têm vez, se não respeitam, não merecem respeito!
Abraço amigo
É verdade que eles são uma praga. É melhor enfrentá-los, ou se você não correr o risco de passar por cima de você.
EliminarObrigado pelo seu comentário
Viene hoy tu entrada como anillo a mi dedo. Ayer me pasó esto mismo en el gimnasio, con un imbécil que se le cuela entra mis series de espalda, y encima, que esto es lo peor, ME DEJA SU P*** TOALLA SUDADA. Le digo, perdona? Puedes al menos quitar la toalla? Y aún me echó una mirada como si me perdonara la vida.
ResponderEliminarLástima que no cayera la máquina en la cabeza, total, para lo que hay dentro....
Besos
Qué asquito de tío. Y es verdad, la cara de perdona-vidas de alguno es todo un poema. Menos mal que le plantaste cara.
EliminarUn beso enorme, amiga
muy bueno chari es exactamente los tipos que hay de caraduras,pero cuando dices me tocó mucho las narices con el segundo golpe, le tenias que haber dicho mira me tienes hasta el coño jajajajaja me ha gustado mucho. un abrazo
ResponderEliminarYo fui clarita: si me das, te doy. Y eso lo entendió y se acabó el problema. Tenías que haber visto cómo se reía la cajera, jajaja. Un beso enorme, Pedro
EliminarXD estos "Salta-colas" yo los veo cuando voy a las oficinas de gobierno XD
ResponderEliminarSaludos desde México ;3
Yo creo que están por todos lados, como las malas hierbas, jeje. Muchas gracias por leer y por tu comentario. Besos
EliminarBuen movimiento, Chari! Cuando tengo a alguien forzar su lugar en línea delante de mí yo les pregunte si quieren saltar en mi tumba que rápidamente, o iba a ser tan rápido a pagar mis cuentas para mí. Eso les llama la atención no deseada que se merecen.
ResponderEliminarJajajaja, qué buena respuesta, Paula. Me la apunto para la próxima vez, porque seguro que la habrá. Mil besos
EliminarCreo que a todos nos ha tocado uno que se cuela. A mí me repatea cuando voy a salir del vagón del metro, como hay un montón de gente me levanto del asiento con antelación para no tener que empujar a nadie, y cuando ya llega a la estación viene el listo de turno y te pega un empujón para salir primero, se lo recriminas y te dice "Ah, ¿pero tú también te bajas?" y es entonces cuando le contesto "No señor, me he levantado del asiento para estirar las piernas, no te jo__"
ResponderEliminarMenos mal que sacamos la ironía y no los puños, porque la íbamos a liar, jejeje. Un beso enorme, Kirke
EliminarY es por eso que no me gusta ir de compras. Ya es bastante malo que pone al día con todo el caos que se produce en una tienda ocupada, es otra muy distinta tener que lidiar con la ignorancia también. Siendo Paula la chica de ciudad, hace las compras, y ella es grande, así que nadie se molestaría en ella. Gracias por compartir querida amiga. gracias por compartir querida amiga Chari
ResponderEliminarQué bien que tienes a Paula que te ayuda, así te proteje de los maleducados que intentan avasallar. Muchas gracias por tu comentario, Cindy. Que tengas un genial fin de semana. Besos
EliminarMuy bien, Chari. Cómo te envidio. Yo normalmente, me aparto y dejo que me quiten el sitio. Me es más incómodo discutir que esperar un poquito porque esa gente nunca responde al razonamiento, la lógica o lo justo. Lo que no se me había ocurrido es liarme a golpes de carro en espinillas, caderas y demás. Ese lenguaje, lo entienden seguro. Igual empiezo a usarlo aunque, como sí sucede en tu caso, no medie provocación.
ResponderEliminarUn beso.
Uff, yo debo tener mala suerte porque la que nos cuento no es la primera vez que intentan colarse a golpes. Hay gente que carece de las nociones más elementales de educación y con la que es imposible razonar. Y yo en estos casos me niego a poner "la otra mejilla". Antes me aparta más, pero desde hace unos años me he vuelto belicosa... será la edad, jajaja.
EliminarUn beso enorme, Rosa
¡Oye Chari guapa! No se si te has dado cuenta pero todos esos que te han comentado antes se han colado por las bravas, ¡Estaba yo primero para hacerlo y con eso de las prisas y las excusas varias se han pasado todos para adelante.¡Eh! ¡Salta colas!
ResponderEliminarA todos nos ocurrió alguna vez. Personalmente fue en una cola para hacerme una analítica una cola inmensa en el centro de salud un viejito el primero y yo el segundo. Cuando justo van a abrir las puertas una muchacha de no más de 28 años se nos pone delante con sonrisa simpática. Cuando el viejito la recrimina le contesta que ella estaba la primera desde las 7 de la mañana, sólo que estaba en el bar de enfrente tomándose un café. El viejito le dijo que eso no era así. La chica En este caso extranjera, le dijo que en su país la sanidad funcionaba bastante mejor y que así eran las cosas. El viejo saco el genio toledano de la botella y la mandó a hacer puñetas a su país si es que todo funcionaba mejor allí, ¿Qué es lo que la obligaba a saltarse colas en otro?. Las personas de atrás reaccionaron y tuvo que marchar a donde correspondía...Atrás.
Oye, pero todos estos de arriba se han colado ¿Eh?...¡Que lo sepas!
Besos
Olé por el toledano, sí señor. Las faltas de respeto me ponen mala, no las tolero nada bien, y con la edad va a pero, jeje. Pero tranquilo, Francisco, que ahora mismo llamo al orden a todos los que te han pasado por encima. ¡¡¡Menudo morro!!, jajaja
EliminarUn beso enorme, amigo
Muy bien has descrito una situación que todos hemos vivido. Es muy aburrido hacer cola y que se te cuelen de vivos, peor. Besos
ResponderEliminarYo lo de las colas lo llevo mucho mejor que lo otro, porque las faltas de respeto (es decir esta actitud salta-colas) no las tolero. Y se me ve en la cara, jajaja. Y si no, pues hablo, no faltaba más.
EliminarUn beso enorme, María
En el Mercadona hay preponderancia de estos especímenes, por lo menos en el que está cerca de mi casa debe ser por la tipología especifica residente en la zona, jejeje... Ayer, una señora (tipo "porque yo lo valgo"): ¡Ay, hija, déjame pasar que tengo la comida puesta! Sólo llevo el pan... Y, yo solamente tenía en las manos un cubo de yogur griego caña de azúcar y una bolsa con plátanos... Pero, claro, no tenía la comida puesta... Así que le di paso, jejeje... Son tremendos, Chari!!!
ResponderEliminarSí que son tremendos, y las excusas que se buscan son increíbles. Tienen que practicar. De todas maneras, si me lo piden, no me pongo demasiado belicosa. Ahora, si es por el morro... conmigo que no cuenten.
EliminarUn beso enorme, Soraya
¡Bien hecho Chari! La gente que se pasa de conchuda no se merece otra cosa. En mi Súper hay un tipo más, la abuela lista que cree que sus canas le dan derecho a pasar de todo y de todos. En casa no nos cortamos un pelo y les decimos con una sonrisa en la cara "lo siento señora, si lo hubiera pedido amablemente, la dejábamos pasar si problema, pero como ha intentado colarse... ¡al final de la cola!
ResponderEliminar¡Buen finde Chari, besos! :)
¡¡¡Síiii!!! Olvidé este espécimen, tan abundante por estos lares. Tienen un morro que se lo pisan, y me choca mucho porque se supone que la gente de más edad tiene un pelín más de educación... se supone, jaja. Un beso enorme, Alexandra, feliz fin de semana
Eliminar¡Me he encontrado con los tres tipos de personas que describes y la verdad es que es molesto que hayan personas que ni las filas respetan, pero no es nada que la paciencia, un diálogo civilizado y unos conocimientos avanzados de Karate no puedan solucionar ja ja ja.
ResponderEliminarSaludos.
Me gusta la idea del karate, jajaja, muchísimo. A veces, con el diálogo civilizado no hay manera. Las amenazas, sin embargo, suelen funcionar, jeje.
EliminarUn beso enorme, Felipe, gracias por tu comentario
Me encanta la cara de tonto que ponen muchos de ellos, como si no nos hubiéramos dado cuenta de su presencia.
ResponderEliminarSí, si, cara de tonto... mirar a otro lado... algunos hasta silban. Lo que hace tener la cara de cemento armado. Muchísimas gracias por tu comentario, Álvaro, bienvenido a mi blog. Besos
EliminarLos/as hay con mucho morro, y con tal de salirse con la suya: son capaces de inventar cualquier estupidez sin importarles que ellos/as mismos/as se delaten.
ResponderEliminarSí y eso demuestra que hay mucha creatividad a la hora de inventarse excusas para justificar el exceso de "morro". Algunos/as deberían meterse a novelistas, jaja.
EliminarUn besito, Francisco
En la carretera ocurre lo mismo. Cuando hay una cola de vehículos en el carril derecho porque se aproxima una salida hay quien espera hasta el último tramo, a pocos metros de la salida para colarse cruzando la raya continua y metiéndose por el pequeño espacio entre dos coches. A parte de algún caso de extrema urgencia, son personajes que consideran que eso de hacer cola no van con ellos, que es para idiotas conformistas y ellos, por supuesto, son mucho más listos que el resto de mortales.
ResponderEliminarEn la cola de un, por ejemplo, McDonalds, Pans & Company, o cualquiera de esas "bocadillerías" en as que hay que esperar turno ara ser atendido, los hay que, haciéndose el tonto, merodean frente al mostrador mirando las pantallas donde se exponen los menús con sus fotografías como si estuvieran eligiendo el suyo y, de pronto, se cuelan. Y como hay mucha gente despistada, que charla mientras espera en la cola y no vigila quién tiene delante, pues se aprovechan de la situación.
Incívicos que son. Mecachis en la mar!
Un abrazo.
Exacto, es incivismo. Y mucho morro. Yo en la carretera no me fijo, porque no conduzco y cuando voy en coche o voy charlando o pensando en las musarañas, pero en las colas de las bocadillerías sí que he visto cosas así. Y hasta en las consultas de los médicos, o en la cola para un análisis de sangre... o si no en la del cine... nada, que hay mucho morrudo suelto.
EliminarUn beso enorme, Josep