Ayer fue un día
de sorpresas, no sorpresas extraordinarias, pero sí de esas que consiguen
dejarte un buen sabor de boca.
Como os conté,
me levanté un poco apagada, pero me sentí mucho mejor después del paseo y de mi
encuentro con el “pato-mascota”. Pero ahí no acabó todo. Después de colgar mi
entrada, con lo que acababa de escribir aún en la mente, me asomé a mi ventana
para contemplar algo que sólo puedo calificar como espectacular: el espigón se
había llenado de pájaros, esos a los que no había conseguido fotografiar una hora antes: volvieron los cormoranes, la garceta, las gaviotas y
hasta un cormorán moñudo. Y estaban todos en la punta del rompeolas tomando el
sol, extendiendo sus alas para que se secasen e invitándome a unirme a ellos. No
lo dudé, dejé lo que estaba haciendo, cogí la cámara y este es el resultado.
Fibi también estaba contenta. Se pasó media mañana en la terraza tomando el sol. Ese espigón que veis al fondo de la foto es en el que estaban los pájaros.
Este es el cormorán moñudo (tendré que preguntarle a mi cuñado que es el que sabe de pájaros)
Fue increíble,
me dejaron acercarme muchísimo, y pude sentarme en las rocas para
fotografiarlos cómodamente. Estuvieron allí hasta el mediodía, lo que me
permitió mostrárselos a mi hermana y a mi sobrina que vinieron a comer a casa. Aunque
yo creo que lo que más les gustó fue el “detallito” que les preparé para
postre, un bizcocho de piña y jengibre que estaba ¡¡¡delicioso!!! ¡¡Ese sí que nos dejó buen sabor de boca!!
Me encanta la repostería y se me da bastante bien. Este bizcocho me sale de maravilla, pero hacía siglos que no lo preparaba... porque luego me los como y así me van las cosas.
Ya veis que no
hablo de “grandes sorpresas”, pero estas pequeñas cosas son las que marcan la
diferencia y convierten un día ordinario en uno especial. Para mí lo extraordinario
de ayer fue disfrutar de un maravilloso día de sol con mi perrita, gozar de la contemplación
de estas bellísimas aves y, sobre todo, compartir buenos momentos en la mejor
de las compañías.
Que envidia das con tu cotidiana existencia al lado del mar.
ResponderEliminarEncima del acompañamiento de esas bonitas aves, tu familia, Fibi, y el espléndido día de sol ¿Qué más podría pedir alguien a uno de sus días?
Besos
Es verdad, Francisco, no se puede pedir mucho más. Fue un día estupendo y me alegra compartirlo con vosotros. Mil besos
EliminarSabes Chari?...
ResponderEliminarA mi me llenan más esos pequeños detalles diarios que los grandes, porque hacen alimentarnos por dentro el día a día.
Besitos, preciosa!
Tienes razón, y a veces nos frustramos buscando grandes cosas cuando tenemos tantas maravillosas alrededor, aunque sean chiquititas.
EliminarMil besos, Yayone
Cormoran moñudo, es muy dificil distinguirle del cormoran grande, el pico esmás delgado con comisuras amarillas y mola cuando tiene el moño para el cortejo. (me gustan.. je,je9....... Que agradable paseo. Gracias.
ResponderEliminarQué bien que sabes distinguirlos. Yo voy aprendiendo con lo que me cuentan mi hermana y, sobre todo, mi cuñado que es ornitólogo aficionado. Creo que el de color más claro era el Moñudo, y me pareció precioso.
EliminarUn beso enorme, Maríjose
Mirar desde tú ventana transmite energía; casi puedo sentir el sol. Qué maravilla! Un beso cargado de energía!
ResponderEliminarEsta ventana me recuerda a mi niñez, cuando veníamos justo a este bloque de apartamentos a veranear durante un mes, cerca de mis primos y mi abuela. No sé exactamente qué es pero esta ventana me transmite paz. Y ahora es MI ventana, y eso me hace muy feliz.
EliminarMil besos, Eva
Eres afortunada por tener una vista tan espléndida desde tu terraza. Yo tengo que esperar los fines de semana que hace buen tiempo para poder disfrutar de una vista de la playa. Pero allí no hay cormoranes ni garcetas pero si muchas gaviotas aunque no sé de qué especie.
ResponderEliminarDisfruta, pues, de esos pequeños momentos de la vida que nos hacen sentir bien. Y, por supuesto, de la repostería.
Un abrazo.
Sí que me considero afortunada de vivir en plena orilla del mar, es una visión maravillosa. Y su música me acompaña por las noches, es un privilegio. Me gusta compartir, aunque sea con fotos y palabras, estas pequeñas cosas que me hacen feliz.
EliminarBesitos, Josep
Desde luego es maravilloso poder vivir y disfrutar de momentos así, esos son los que nos la felicidad, sinceramente los momentos que no cuestan dinero son los que mas hay que valorar y tú tienes una suerte estupenda de poder disfrutar de días y momentos así, envidia sana amiga mía.Y si encima hiciste un pastel buenísimo y disfrutaste d ebuena compañía y de que fibi estuviera contenta, que mas se puede pedir, como buena amiga deseo que aparezcan muchos dias así en tu vida. un beso enorme. TERE
ResponderEliminarA ver si para el próximo día que vengas te lo preparo. Conociéndome como me conozco, se que ahora me va a entrar la fiebre repostera. Y no te lo puedes perder.
EliminarMil besos, Tere
Vaya día más estupendo chica! Sol, fotos, aves, y sorpresita final.
ResponderEliminarBesotes
Pues sí, un buen día y eso que lo empecé con el pie izquierdo... para que veas que no hay que dejarse llevar por el desánimo :)
EliminarBesitos
Las fotos muy buenas, la Fibi divina y el pastel me dejó los dientes largos. Un beso Chari.
ResponderEliminarJajaja, gracias, Pepa. Si pudiera mandártelo por aquí te preparaba uno. Mil besos, y lametones de Fibi, por supuesto
EliminarCuanta razón tienes, Chari, a veces son las pequeñas sorpresas, los detalles cotidianos pero amables, los que pueden convertir un día en verdaderamente especial. Saber disfrutar de ellos y apreciarlos está en nuestra mano :)
ResponderEliminarYo creo que la brisa avisó a las aves de que estabas un poquito triste, y como todo lo que se da viene de vuelta, ellas quisieran complacerte posando para tí. Me alegro un montón de que no te quedaras con el capricho de hacer esas espectaculares fotos, ¡son preciosas!.
En cuestión de dulces haces como yo, evitar prepararlos para no comértelos. Ayyyyy qué malo es ser golosa jajajajaja.
Besitos a montones!!
Un comentario perfecto: está en nuestra mano apreciar los pequeños momentos. Si me hubiera dejado llevar por el desánimo, aún estaría hecha polvo. Pero le planté cara y tuve un día genial. No me gusta nada dejar las cosas a medias, pero lo dejé todo para ir a hacer las fotos y valió la pena, qué subidón.
EliminarA mi me gusta más lo salado que lo dulce, pero si lo hago yo, me lo zampo todo. Y todo me parece rico, no soy imparcial. El pastel estaba delicioso, pero no solo lo digo yo, sino también mi hermana y mi sobrina.
Mil besos, Julia, gracias por tu comentario tan genial
Muero de amor otra vez!!!!! doro los cormoranes,ainnnns.
ResponderEliminarY te hago una sugerencia para el siguiente post, sino te importa. Receta del pastel, menuda pintaza. Yo hoy puse una receta y se supone que así mi afán de recetas y comer está saldado, pero como soy una zampabollos vengo aquí y quiero hacer este también.
Un besito y desde luego tuviste un día perfecto, de esos días que me encantan.
Son preciosos los cormoranes, ¿a que sí?
EliminarY no me importa en absoluto que me hagas sugerencias, las agradezco un montón. Así que, como una niña obediente, tengo ya la entrada preparada para mañana :) Espero que lo hagas y te guste, yo lo encuentro exquisito.
Un beso enorme, Gema
Suena como si tuvieras un día maravilloso. No sé si es la misma para todos, pero me parece más placer en las cosas pequeñas, en ese caso yo hacer las grande unos, a medida que envejezco. Pero eso no quiere decir que no me aprecian los más grandes cosas, sólo significa yo ya no vivo sólo para las grandes cosas. En esta época del año cuando es demasiado frío para salir, me contento con imaginación y escribir mis pensamientos en este ordenador. He llegado a la conclusión de que sólo la creación de las cosas de mi propia mente es una de mis mayores placeres, no importa que presta atención o no. Gracias para compartir querida amiga Chari
ResponderEliminarYo también creo que la creación literaria y la imaginación son uno de esos pequeños-grandes placeres que nos alegran la vida. Y es cierto que no importa si los textos escritos son leídos o no, yo he escrito diarios y cuentos toda mi vida, sólo para mí, y el simple hecho de escribir me daba felicidad.
EliminarGracias por compartir esto conmigo, Cindy. Mil besos
Thank you for sharing the joy of the simple things that make your day, Chari. You have beauty and variety in your surroundings, the company of friends over supper, and dear Fibi. You need nothing more to appreciate the day and all of its minutes. I feel the same way. I am grateful for my apartment, the meal that I cook for supper, the view of the town park and its lake, and Cindy's company. I need nothing more to be happy, so I am happy and grateful, even when i am taking a nap!
ResponderEliminarMany kisses and hugs!
Tener un buen amigo y disfrutar de su compañía es uno de los mejores regalos que la vida puede darte. Mi hermana y mi sobrina también son un regalo para mí. Como tú dices, no se necesita más para ser feliz.
EliminarUn gran beso, Cindy
Preciosas fotos, relato encantador y la tarta tiene que estar riquísima . Danos la receta. Un abrazo
EliminarMe alegra que te haya gustado, Mamen. La receta ya la he puesto en el blog, espero que la probéis y que os guste tanto como a mi. Besos
EliminarSer feliz es reconocer lo placentero de esas pequeñas cosas. Besos Chari.
ResponderEliminarEs verdad. A veces pensamos que ser feliz es conseguir grandes cosas, pero no es así. La felicidad se compone de pequeñas alegrías, disfrutarlas es un placer. Mil besos, María
EliminarPreciosas fotos y precioso bizcocho. Me has hecho levantar a comer un trozo de uno de Kiwi que hice ayer. Así nos van las cosas...
ResponderEliminarUn beso.
Sí, así nos van, jajaja. El de la foto nos lo comimos entre mi hermana, mi sobrina y yo, sólo sobró una ración (y se supone que eran seis). Un beso enorme
EliminarQuè vista tan hermosa, y hablo tanto del mar como de los animalitos. Es vida, pura y sin pecado. Què delicia y què fortuna que aprovecharas para tomarle fotografìas.
ResponderEliminarEs una maravilla, disfruto muchísimo en este lugar y me hace feliz compartirlo con vosotros, aunque sea a través de las fotos. Un beso grande, Arethusa
EliminarChari, aunque a veces nos levantemos sin muchos ánimos, siempre hay algún detallito en la vida por la que seguir sonriendo y disfrutando. Menuda pinta ese postre jejeje. Qué sigas disfrutando de estos pequeños momentos. Un abrazo! :)
ResponderEliminarEs verdad, siempre hay algo que puede animarnos, lo genial es darse a uno mismo la oportunidad de disfrutarlo en vez de ver sólo lo negativo. Gracias por tu comentario, Elena, mil besos
Eliminar¡Vaya pedazo de día que has pasado! Oye, me encantan las vistas de tu casa. Jo que bonita. Y Fibi... qué guay. Los cormoranes... todo un espectáculo para ti solita. Ains, aunque sin duda, con el bizcocho me has dejado sin palabras ¡Menos mal que el día sólo tiene 24 horas! Me alegro que estés feliz. Muchos besos.
ResponderEliminarLo mejor, la compañía. Adoro a Paula, mi sobrina. Tiene 14 años. Creo que es la persona que más veces me ha dicho en mi vida que me quiere. Es un cielo y me encantó hacerles el pastel. Nos lo comimos casi todo, así que para la próxima pondré la foto de una foca, en vez de la del cormorán, jajaja.
EliminarUn beso enorme, Macarena
Debe de ser todo un privilegio asomarse por la ventana y ver semejante espectáculo, no tiene precio. Son estas pequeñas grandes cosas las que dan sentido a la vida. Cuanto me alegro de lo bien que tuviste al día en favor, además de celebrar con la familia y ese roscón que desde aquí tiene tan buena pinta. Desde hace un par de meses me he vuelto adicta al jengibre, se lo pongo a casi todo pero no se me hubiera ocurrido ponerlo en un pastel jajajaja y seguro que me gustaría. El jengibre es un antiinflamatorio natural excelente.
ResponderEliminar¡Un montón de besos Chari!!
A mí también me encanta el jengibre, lo curioso es que yo lo probé por primera vez con esta tarta, hace ya muchos años. Está buenísimo también mezclado como aliño de ensaladas y yo lo pongo incluso en el pescado al horno. Delicioso.
Eliminar¡¡Seguro que el pastel te encantaría!!
Mil besos, Mila
Hola, Sofía. Enseguida me paso por tu blog a echar un ojo, y muchas gracias por pasarte por el mío y por tu comentario. Espero seguir viéndote por aquí.
ResponderEliminarUn beso