Feliz cumpleaños, Fibi

Fibi ha cumplido once años. No sé exactamente qué día nació, pero cuando la saqué de la protectora y la llevé al veterinario éste fijó la fecha en la primera quincena de enero y yo elegí el día siete porque también es el cumpleaños de mi amigo Mario y así tengo menos posibilidades de que mi memoria de pez me falle.

Mi perrita tenía seis meses cuando llegó a mi lado, y desde entonces no me he separado de ella. Es mucho más que una mascota y todos los que me leéis seguro que os habéis dado cuenta. Me ha acompañado en los momentos más difíciles de esta etapa de mi vida, dándome un amor incondicional que no puedo explicar pues va más allá de las palabras. Hemos pasado mucho juntas, y eso es lo que celebré ayer: once años de momentos buenos y menos buenos, pero acompañados siempre de cariño inmutable, de fidelidad, de ternura.

Aunque sé que ella no se entera de nada de lo que pasa, he querido (como todos los años) darle un homenaje y por eso me la llevé por la mañana a una cala pequeñita que le encanta, la misma donde recojo los cristales pulidos para mi colección,  y dejé que hiciera lo que más le gusta: rebozarse en las algas una y otra vez ¡cómo disfrutó! Por la tarde, le preparé una tartita de paté y fuet que le encantó (y a mí también, estaba muy rica) y luego estuve jugando con ella hasta que caímos rendidas las dos.

Ayer fue su pequeña “fiesta” pero celebro que esté conmigo todos los días de mi vida.

 

El cumple de la reina de la casa