Desde niña, una de mis actividades favoritas en la playa es buscar conchas y cristalitos, esos que el
mar ha pulido tanto que parecen pequeñas joyas, diminutos tesoros que la marea
deposita en la costa para mi deleite.
Cuando paseo
con Fibi voy ojo avizor, a ver si descubro alguno para mi colección. Porque los
colecciono, junto a caracolas, cantos rodados y guijarros varios. Tengo un
montón de botecitos dispersos por el apartamento, porque no me conformo con
verlos sobre la arena, qué va, me traigo la playa a casa.
Tengo un
precioso tarro en el que guardo las conchas y la arena que me traje de mis dos
viajes a Cuba. Cuando lo miro, me acuerdo de mil y un momentos tremendamente
agradables compartidos con Mario, Raúl, Jorge Luís y Odalys. Y también recuerdo
el agobio que tenía al pasar mi “contrabando” por la aduana. En otro bote más
grande aún, que tiene una estrella de mar en la tapa, recojo las caracolas que
encuentro por aquí cerca. También tengo una bombonera y un frasco llenos hasta
arriba de cristalitos. Siempre los elijo sin imperfecciones y cuanto más pequeños, mejor.
Últimamente he
encontrado también muchísimas teselas limadas, las que más me gustan son las
que tienen forma de lágrima y es curioso la cantidad de ellas que descubro. Éstas
también tienen su propio recipiente aunque por ahora es al que más le queda
para llenarse.
Al paso que
voy, llegará un momento en que tendré que salir yo de casa para dejar sitio a
mis tesoros… eso, o ponerlos todos en el suelo, extender sobre ellos una toalla, abrir de par en par las ventanas...
y dejar volar mi imaginación.
Chari pequeños tesoros jajaja muy bueno,que paciencia para guardarlos todos,un abrazo
ResponderEliminarEs que soy como una urraca, Pedro, cosita brillante que veo cosita brillante que me guardo, jejeje. Un beso grande
EliminarMe encantan, luego te pongo alguna foto, je,je,, como niñas.... je,je.. lo somos.. Feliz y radiante día . besicos.
ResponderEliminarUy, sí, para esto (y para algunas cosillas más) soy muy cría... y a mucha honra. ¿¿Tu sabes lo barato que me sale divertirme?? Un beso enorme, Marijose
EliminarHola!!!!! Yo también colecciono conchas, guijarros, piedras, cristalitos, fósiles y todo lo que se tercie, me encanta.
ResponderEliminarHe traído conchas y piedras de muchos sitios, de España y de fuera, y son mi tesoro, como el anillo para Gollum, me chiflan.
Seguro que tu colección mola muchísimo, y además tienes una gran ayudante cuando vas a por ellas.
Besos y muy feliz viernes.
Bieeeeen, otra de las mías. Es lo que le digo a Marijose, una afición barata y tan, tan entretenida. Voy a adiestrar a Fibi para que me recoja los cristales, así no tengo ni que mojarme los pies, jajaja.
EliminarUn beso enorme, Gema, feliz finde
Hermoso texto, querida amiga. Me encantó. Gracias por compartirlo. Un beso, Chari. :-)
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan, me alegra que te haya gustado. Un placer compartirlo con vosotros. Feliz fin de semana, amigo
Eliminar¡Qué bonitas! Muy bueno lo de tenerlas encerraditas porque yo tengo una bandeja llena de caracolas de formas imposibles, todas regaladas en principio, y cogen un poco de polvo. Pero es que sino, no se ven bien...Ahora voy ampliándola yo cada vez que veo alguna que no tengo.
ResponderEliminarMe has dado la idea para un post, Chari ;-)
¡Muchos besos y feliz finde!
Es verdad que se ven menos, pero hace bonito en un tarro y, sobre todo, no hay que limpiar el polvo. Cuanto menos trabajo, mejor. A ver qué nos cuentas en tu post, que me has dejado con una curiosidad que no veas.
EliminarFeliz finde, Chelo, un beso enorme
Pues la copa del centro parecen gominolas, me gustan. Es bonito recoger cosas de las playas, aunque luego, en mi caso, se queden olvidadas. Un beso Chari.
ResponderEliminarJajajaja, sí que parecen gominolas. Qué hambre me a entrado de repente. En serio. Un segundo, me hago un bocata y vuelvo.
EliminarUn beso enorme, vecino, gracias por tu comentario :)
Vaya colección tan bonita que tienes de conchas,cristalitos y demás, es una preciosidad y porque será que no me he fijado cuando he estado en tu casa? es muy bonita, se la enseñare a jorge las fotos estoy segura que como a mi le encantara, son una bonita colección y si además tienen el añadido de traerte momentos inolvidables, la hace sin duda, mas bonita todavía. Me alegra ver que hay cosas que te hacen muy feliz, como esta bonita colección. un beso enorme. tere
ResponderEliminarPues anda que no están a la vista!!! Los cristales y las conchas de Cuba en la vitrina del salón; el frasco grande en el baño, se ve nada más entrar; otros en mi dormitorio... en fin, que cuando vengas la semana que viene te hago un tour guiado por mis 44m2 de casa para enseñártelos, jajaja.
EliminarUn beso, Tere, mil gracias por venir siempre
¡Qué chulada!. Aquí yo lo hago en verano con los niños. Este verano hemos llenado dos botes grandes y han quedado preciosos!
ResponderEliminarUy, sí, a los niños les fascina. Lo malo es que cuando mis sobrinas eran pequeñas no se conformaban con un bote... ¡qué va! Ellas sí que se traían la playa a casa, hasta rocas del tamaño de un melón, jeje.
EliminarUn beso enorme, Eva, feliz finde y besitos a Canela
Me encanta la bombonera con los cristalitos. Pero qué paciencia!! Yo no podría hacer lo que tú haces porque a la tercera agachada y levantada consecutivas, me hace la espalda crak y no vuelvo a andar derecha. Por cierto, ¿cuál es la playa por la que paseas?
ResponderEliminarUn beso.
Sí, a mi también me fastidia la espalda, no creas. Pero cuando veo cristalitos, me siento y los recojo, jeje. Paseo por la playa de la Albufereta, de Alicante, que está por mi casa. Aquí al lado tengo una mini-calita, un espacio entre espigones, al que mis sobrinas llaman "playa cristalitos", adivina por qué.
EliminarUn beso, Rosa
Es hermosa colección querido amigo. Tengo la colección de rocas de todos los estados en los U.S. y provincia en Canadá he viajado a través, pero ninguna es tan bonito como lo que veo en las imágenes. Yo mantener lo que tengo tengo más
ResponderEliminarprincipalmente a recordar todos los lugares que he estado. Buenos recuerdos. Gracias por compartir querida amiga Chari
Yo también guardo piedrecitas de algún viaje, tengo unas que cogí cuando tenía 15 años, en el Pirineo. Si que traen buenos recuerdos. Un beso enorme, Cindy
EliminarPuedes hacerte una vitrina y colocarlas dentro, todos esos tesoros son muestras de una vivencia y recuerdo bonito, está bien eso de llevarse de la Madre Naturaleza bonitos hallazgos.
ResponderEliminarQue pases un estupendo fin de semana Chari.
Besos;)
Si, lo malo es que ya no puedo traerme muchos más porque la casa es diminuta, pero es una buena idea. Me encanta tanto cogerlos como conservarlos. Un beso enorme, Mila, feliz fin de semana
EliminarQué bonita esa imagen de llevarte la playa a casa, Chari. La verdad es que rodearte de cosas que te gustan, te transmiten sensaciones positivas y además son hermosas, me parece una idea fenomenal. Es importante poder posar la mirada en pequeños paraisos dentro de nuestro propio hogar :))
ResponderEliminarA mí también me gustan mucho los cristalitos de colores. De hecho llegué a tener una colección enorme, pero no sé en qué momento decidí que ya era muy mayor para esas cosas y me deshice de ellos. ¡Qué tonta! :(
Muchos besitos playeros!!
Uy, yo creo que para las cosas bonitas nunca se es mayor. Te lo digo yo, que aún conservo parte de mi colección de cromos de cuando era pequeña, esos que se ponían en el suelo y había que darle la vuelta con la mano para ganártelo... Mira, de ahí puede salir otra entrada, jeje.
EliminarUn beso enorme, Julia. Que disfrutes del fin de semana
Los cristalitos son una curiosidad admirable. A mí siempre me han gustado. Yo traje de Sri Lanka una bolsita llena de orejas de mar. Dicen que si uelgas la parte interior en contínuo contacto con a la piel, eliminas las migrañas para siempre. Mi madre, que es bastante escéptica, montó una de ellas en una joyería y, cuenta, que funcionó. Verdad o mentira, no sé. Pero lo que sí que es cierto es que todo lo que viene del mar es bello. Muchos besos.
ResponderEliminarSí que es bello, a mi me vuelve loca sentarme en la orilla, en verano, y buscar cristalitos y conchas de esas que tienen un agujerito y que las puedes llevar como colgante... es la búsqueda del tesoro. Un beso enorme, Macarena
EliminarI love the ocean, Chari. The beach is my favorite place any day of the year. Sailing on the open sea is an experience that I cannot describe. It is spiritual to me. The shells, stones, and crystals that wash ashore have attracted me since I was a very young girl. My dad walked the beach with me once, at Wildwood, New Jersey, where we collected everything that caught my eye! That was a long time ago. Thank you for writing and reminding me of it. Have a pleasant weekend!
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado la entrada, Paula. A mi también me gusta el mar, mucho más que antes ahora que vivo al lado mismo de la playa. Desde mi terraza es como ir en un barco, sólo se ve el mar, no tengo nada delante, es una auténtica maravilla. Un beso enorme, amiga
EliminarLo q digo de ti...una dulce niña. Me encanta saberte así.
ResponderEliminarCada cristalito, conchita lleva una parte de ti.
Te sonrío con el Alma.
Sí que es cierto, todas estas pequeñas cosas tienen un recuerdo detrás, y forman ya parte de mi vida.
EliminarUn beso enorme, amiga