Esta mañana,
cuando iba a darle al botón de subir en el ascensor, alguien se me ha
adelantado y nos ha llevado a Fibi y a mí hasta el primero. Era uno de los
obreros que están arreglando (¡AÚN!) la fachada de mi bloque de apartamentos.
Nos hemos
saludado muy cordialmente, he preguntado a qué piso se dirigía y he pulsado el
botón del 8º pues íbamos al mismo. ¿Qué creéis que puede tardar un ascensor en
subir siete plantas? Tendría que cronometrar lo que tarda el mío, pero hoy se
me han hecho eternos los segundos que le ha llevado recorrerlas. Os aseguro que
me ha dado para pensar muchísimo (y muy deprisa):
“¿Y qué le
digo yo a éste? ¿Lo bien que está quedando todo? (mentira) ¿lo poquito que
están tardando? (mentira cochina) ¿le hablo del tiempo, en plan “parece que el
verano no quiere irse”? (perogrullada al canto)”.
Seguía pensando en algo ocurrente que decir cuando
me he fijado en él: tenía los ojos clavados en la puerta, observándola con una
atención desmesurada, como si con la mirada fuese a conseguir que el ascensor
subiera más deprisa. ¡¡Debían dolerle las retinas!! También me he fijado en
Fibi, que le observaba con la misma atención con la que él estudiaba la puerta…
y me he dado cuenta en que yo los escudriñaba a ambos con idéntica curiosidad… y
en ese instante es cuando me ha entrado la risa floja. Al llegar al 8º el pobre
hombre se ha apartado para dejarme pasar. Creo que, por la cara que ha puesto
(no tenía precio) a partir de mañana, subirá por las escaleras.
Esos momentos de ascensor son horrorosos. Yo he vivido en un octavo toda la vida, y sé de lo que hablo, jejeje.
ResponderEliminarGenial momento bien descrito.
Un besillo.
Sí que son horrorosos y se hacen taaaaan largos. Un beso enorme María
EliminarBuenísimo el texto, Chari. Me encantó, jajaj. Cualquiera sube contigo en ascensor, chica!! Besos y FELIZ NAVIDAD.
ResponderEliminarJajaja, eso es que me ha pillado de buen humor. Normalmente la gente va mirando sus zapatos o al techo... un beso, Juan, feliz navidad
EliminarEs un instante compartir ascensor A veces no sabemos que decir cuando subimos con una persona que no conocemos.
ResponderEliminarSi, pero me ha entrado la risa floja... se ha debido pensar que estoy como una cabra. Un beso, gracias por tu comentario
EliminarSon esas situaciones que son un pelin cortantes porque no sabes que decir ni de que hablar, y claro tampoco es cuestión de decirle uq ebonito esta quedando todo cuando es mentira cochina jeje, como es tú caso y con las obras suele pasar muchas veces, y la verdad cumplir por cumplir como que no, y además parece eso que el ascensor vaya hasta mas despacio que generalmente. Me ha gustado mucho tú forma de contarlo. un beso enorme. TERE.
ResponderEliminarSi que parece que va mad despacio. Se me han hecho interminables los ocho pisos, pero al menos he acabado riéndose. Mil besos
EliminarYo lo he pasado muy mal en los ascensores dado lo tímida que soy y que basta que quiera decir algo para que no se me ocurra nada. Después de sorprenderme a mí misma hablando del tiempo (sí el verano que no quiere irse) y de morirme de vergüenza (no ajena), decidí que lo mejor es sonreír de oreja a oreja, decir buenos días, callar y, al llegar al final, otra sonrisa y un amabilísimo "adiós, muy buenos días". Y mientras relax absoluto.
ResponderEliminarUn buen post, Chari. Me gusta eso que haces de convertir en entradas de tu blog, sucesos cotidianos a los que no se da importancia, pero deben de tenerla porque a todos nos preocupan y todos los hemos vivido.
Un beso muy fuerte.
Yo también soy tímida y suelo hacer lo que tu, pero hoy me ha dado mucha risa porque daba la impresión de que el ascensor no avanzaba...
EliminarMe alegra que te gusten mis post. U beso enorme, Rosa
Y yo que pensaba que la pasión iba a surgir entre vosotros. ¡Me has dejado chafada!Jajajajajaja
ResponderEliminarCalla, calla... ¡se nota que no lo has visto!!!... aunque seguro que el diría lo mismo si le preguntaras, Jajaja. Un beso enorme, Sue
EliminarJajajaj, yo también pensaba como Sue, que de pronto le verías el parecido con Jude Law,jajajaja. Besos.
ResponderEliminarMis ganas!!!!! Si llega a parecerse a Jude Law seguro que se me hubiera pasado el tiempo volando... eso o le doy al botón de parada y se arma... Jajaja. Mil besos, Gema
EliminarLa verdad es que depende de con quién compartas el ascensor. No, no me miréis así, que no me refiero a lo que estáis pensando. Cuando vivía en la ciudad, me encantaba coincidir en el ascensor con cualquier vecino menos con uno, que era un maleducado. Todos los demás eran encantadores y divertidísimos. A veces, incluso con personas desconocidas han surgido la conversación y las risas. Pero es que me pasa en todas partes. Se ve que tengo suerte con la gente, aparte de que soy un poquitín (bastante) payasa. Chari, a ver qué día coincidimos en un ascensor. ¡Nos vamos a reír como locas!
ResponderEliminarMe apunto a eso, anda que no sería divertido. Normalmente no voy riéndome de nadie, pero es que lo de hoy g sido buenísimo, vaya miradas nos echábamos los tres, jejeje. Un beso enorme, Carmen
EliminarChari mi hermano gemelo es jude law jajaja la próxima vez subo contigo jajajaja un abrazo
ResponderEliminarPues si es tu hermano gemelo y subes conmigo al ascensor... te aseguro que ya no sales de ahí, al menos de una pieza, jajajaja. Un beso enorme, Pedro
EliminarLo más difícil me parece es la espera para el elevador para venir. Cuando yo solo me entretengo con notar todos los pequeños detalles en el ascensor y la gente en ella. Es como si cada vez que uso el ascensor me doy cuenta de tantos detalles que no he visto antes, Es como entrar en un nuevo ascensor. El habladurías de la gente me aburre, así yo hacer no prestan mucha atención. Es sólo un medio para llegar del punto A al punto B. Pero con Paula, su diferente, que todos los días tenemos algo de qué hablar, on the elevator, or anywhere, as far as that goes. Tener una día maravillosa, y gracias por compartir esta entrada
ResponderEliminarClaro, cuando vas con un amigo es diferente, puedes hablar de todo. Lo malo es que la gente(me incluyo) tiene la manía de intentar establecer conversaciones con extraños en sitios como un ascensor... y luego pasa lo que pasa. Un beso, Cindy
EliminarNo sé por qué tenemos la manía de que hay que hablar en el ascensor, si el que va contigo es un vecino al que conoces pues vale pero si es un desconocido....Yo no me corto, saludo, pregunto a qué piso va para pulsar el botón correspondiente y cuando salgo digo adiós.
ResponderEliminarTengo un amigo que cuando va en el ascensor con alguien a quien no conoce silba la música de Psicosis, la de la ducha, y mira qué cara pone el otro; es que es psicólogo y un poco gamberro también. Si quieres puedes ponerlo en práctica con los obreros de tu edificio, a lo mejor se asustan y se dan más prisa para terminar.
Un beso, Chari, me encanta la frescura que viertes en tus entradas.
Jajaja, estaría bien, lo mismo uso el truco de tu amigo la próxima vez ¿te imaginas lo que iban a decir de mí entre unas cosas y otras? Nada bueno, seguro. Un beso, Kirke, me alegra que te haya gustado.
EliminarAins, y yo que pensaba que habías ligado, joooo... Me he confundido con el título, que a decir la verdad es el más apropiado, por un momento que guardarías eternamente, jejeje La Navidad al final me está idiotizando, jeje Qué por cierto, momentos así son la leche. Yo hablo del tiempo, miro el bolso, me hago la loca... o simplemente, como te ha pasado, me contengo la risa floja. ;)
ResponderEliminarUn abrazo grande. =)
Ya me gustaría a mi haber ligado, pero como digo antes por ahí, con Jude Law. Nada, que una pica alto, jajajaja. Puestos a soñar...
EliminarUn besote, Soledad
Este tema, yo creo que nos afecta a todos, a los tímidos y extrovertidos, en ese trayecto, se conoce más a la persona,sin necesidad de hablar, es una situación delicada y comprometida, jeje.
ResponderEliminarMuy buen texto, como es natural en ti.
Feliz Navidad Chari.
Un abrazo.
Yo también creo que nos afecta a todos, a mi me incomoda bastante no saber qué decir o pensar que, obligatoriamente, tengo que decir algo además de buenos días. Pero bueno, al menos hoy he acabado riéndome. Un beso, Carmen y muy feliz Navidad
EliminarThe most uncomfortable time on an elevator for me is when I share a car going to floor 24 or 30, it is crowded, and someone farts. A big fart. A "silent but deadly" fart. It is at such a time that i almost wish that I was claustrophobic and took the stairs instead! It is hard for me to talk when i am gasping.
ResponderEliminarJajajajajajajaja... Eso ya son palabras mayores, Paula. Qué risa. A mi me ha pasado alguna vez algo parecido, pero en vez de "pedos silenciosos y mortales", con gente que no se ha lavado la boca en un lustro. Un poema.
EliminarMe ha encantado el comentario, me he reído un montón. Mil besos, Paula
Bueno en esto de los ascensores la verdad es que aunque no soy claustrofobico, siempre pasa por mi mente el que pasaría si ahora se detuviera el ascensor, siempre pienso en ello y por suerte nunca me ha pasado, no se si soy solo yo o a alguien más le pase.
ResponderEliminarEn alguna ocasión para subir a un edificio muy alto en la ciudad de México, recuerdo que alguien -seguro fue un niño - apretó todos los botones del ascensor, así que ya te habrás imaginado el tiempo que tarde en llegar al piso correcto, en edificios de más de 10 pisos las escaleras no son una opción, bueno no niego que alguna vez he pensado esto antes de bajarme del ascensor, pero te puedo decir que nunca lo he hecho ni lo volvería a hacer, palabra de boy-scout...
Felices fiestas para ti y Fibi, mis mejores deseos y bendiciones.
Les envío un gran abrazo.
Josué.
Hola, Josue. A mi también me pasa lo de pensar qué sucedería si el ascensor se detuviera, y tampoco soy claustrofóbica, solo muy imaginativa :)
EliminarTe deseo unas fiestas maravillosas y te agradezco tus buenos deseos para mí y Fibi. Un beso enorme, y feliz nochebuena
Jaaa, me encantan tus relatos. Seguro estaba pensando que le ibas a reclamar por lo mal que lo están haciendo. jajja.
ResponderEliminarMe hubiera encantado saber qué pensaba, antes y después de que me entrara la risa floja... jajaja. Me alegra que te gusten mis relatos, Pepa. Un beso enorme, feliz nochebuena
EliminarJa,ja, me encanta, con lo fácil que es una sonrisa y un simple, al tajo, que ya terminan, ja,ja.. me encanta como eres.. besitos mil y FELIZ NAVIDAD. Mis mejores deseos, llenos de sueños por cumplir y gracias por caminar junto a mi.
ResponderEliminarSi, fácil, pero en ese momento no se me ocurría nada de nada... y luego con la risa aún menos, jeje. Mil besos, Marijose, que paséis tu y los tuyos una maravillosa nochebuena
EliminarJa,ja,ja... son horriblemente geniales y únicos esos viajes en ascensor que se convierten en infinitos. Las respiraciones se oyen más que el ruido de la maquinaria. A mí, me ha pasado muchas veces que he escudriñado la puerta, los botones, mi llavero... Qué observadores nos volvemos en los ascensores, y qué silenciosos. Muchos besitos.
ResponderEliminarY los zapatos, anda que no me miro yo los zapatos. O el bolso, que siempre hay algo que observar en él, jajaja. Menos mal que no soy la única. Mil besos, Eva
EliminarPues tienes razón pero es una pequeña manía esa de intentar darle conversación a la gente que sube contigo en el ascensor... la próxima vez me miraré los zapatos, jeje. Un beso, Julio David, feliz Nochebuena
ResponderEliminar¡Qué divertido! A mi siempre me pasan cosas parecidas, una vez agotados los típicos temas triviales, llega ese momento aún más incómodo en el que los dos nos quedamos mirando al suelo...
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog, paso a leerlo todos los días y lo paso genial embarcándome en tus historias y riéndome con todas tus anécdotas. Un beso y feliz Navidad. :)
Es el momento "zapato", te quedas observando la punta como si en la vida la hubieras visto, ¿a que sí? Jejeje, cómo me alegra ver que no soy única.
EliminarMe alegro mucho de que te guste mi blog, P.S., ya sabes que eres parte de él :)
Un beso enorme y feliz navidad. Nos vemos en media hora ;)