Hola a todos. Os traigo hoy este mini-relato y aprovecho para desearos un estupendo comienzo de semana.
¡¡¡No quiero hacerme grande!!! (micro-relato)
_ ¡No quiero
hacerme grande! _ me dijo, entre enfadada y llorosa _ ¡¡No quiero!! _ remachó
desafiante. En ese mismo momento supe que no podría hacerla entrar en razón.
Aún así
intenté explicarle que no debía tener miedo ni sentirse insegura, que crecer
era hermoso; que ella estaba destinada a la grandeza, a alcanzar metas
importantes pero que sólo las lograría si maduraba. Fueron muchos y muy
elaborados los argumentos que empleé, pero la respuesta siguió siendo la misma,
un NO rotundo, categórico. No pude hacer nada, había perdido la partida mucho
antes de que empezara.
Mi historia
decidió no crecer y se quedó en micro. La novela en que podría haberse
convertido nunca vio la luz.
Imágenes de la red. Las eliminaré del blog si el autor lo solicita
Por suerte, o por desgracia, el deseo de no querer crecer suele aparecer cuando uno ya ha crecido y se ha dado cuenta de que la cosa no era tan interesante como parecía.
ResponderEliminarA veces, los micros son mejores que las historias largas. Esta está muy bien así.
Un besote.
También suele aparecer cuando te encuentras tan cómodo y tan bien con lo que tienes que te dices que nada puede ser mejor. El deseo de no crecer no creo que sea bueno, pero saber lo que se quiere en la vida sí. Más vale ser un buen micro que una mala novela, ¿a que sí?
EliminarUn beso enorme, Paloma
Podías haberla hecho mas larga, pero te ha quedado muy bien así.
ResponderEliminarA veces no se quiere crecer por miedo e inseguridad pero cuando lo hacemos aunque la vida no es fácil y es dura a veces, aún así merece mucho la pena.
un besazo y buena semana.
Como tu dices, crecer siempre merece la pena, aunque cuesta. Y si se está cómodo, más aún. Por suerte las historias pueden elegir. La mía se quedó en micro, jajaja
EliminarUn besazo, Tere
A veces es que es mejor no crecer, que las cosas no crezcan, que la vida no vaya más allá.
ResponderEliminarBesos de lunes
Como le digo a Tere, por fortuna las historias pueden elegir (al menos las mías lo hacen, van por libre) claro que a nosotros nos es más complicado...
EliminarMil besos, Macarena & family
Jajaja. A mis textos les ocurre lo mismo: no quieren crecer. Pero a diferencia de tu caso, a mí me parece bien, pues de mayores pueden volverse insoportables, jeje.
ResponderEliminarComo todo buen micro, el quid de la cuestión está justo al final.
Un abrazo.
A mi también me parece bien, y es verdad que de mayores pueden ser intratables. Yo tengo guardada en el ordenador una novela que escribí hace siglos y se niega a que la borre, y eso que hasta ella se da cuenta de lo mala que es, jajaja
EliminarUn besote, Josep
Aunque no ha crecido este micro se ha hecho grande. Da un buen mensaje. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Mari Carmen. Me alegra haber podido transmitir ese mensaje. Un beso enorme
EliminarMuy bueno tu micro, Chari.
ResponderEliminarCada vez que escribo una historia (pocas veces la verdad), se empeña también en no crecer y se me queda pequeñita. Pero yo las quiero igual. A saber en qué monstruos se hubieran convertido en caso de crecer. Ojalá muchos seres humanos se hubieran quedado anclados para siempre en la infancia, nos hubiéramos ahorrado muchos disgustos.
Un beso.
Pues sí, algunos deberían quedarse en pañales... me refiero a las personas. Los micros a mi me encantan, si no fuera así no tendría tantos, te dejan expresarte y condensar mucho en muy poquito. Y tienen mucho mérito. Yo también quiero a los míos un montón.
EliminarUn besote, Rosa
Los escritores tienen muchos hijos, cada uno de ellos es una historia que espera ser contada. Cuando uno de ellos se porta mal, la consecuencia puede ser la separación de la familia o, en este caso, la expulsión como un micro.
ResponderEliminarQue tengas un maravilloso lunes por la noche, querida amiga Chari.
Mas que portarse mal es que decidió por su cuenta. Y como a los hijos se les quiere como son, pues eso. Bienvenido, micro.
EliminarMil besos, Cindy, gracias por tu comentario
Quizá fuera mejor así. Ella sabía hasta dónde daba. Sólo que los padres a veces nos pasamos de necios.
ResponderEliminarMuy linda Chari.
Abrazos
Coincido contigo. Mejor disfrutar de lo que se puede ser que empeñarse en lograr imposibles y vivir frustrados. Hasta como "madre" virtual de micros se puede meter la pata, jajaja
EliminarUn beso enorme, Gildardo, como siempre me encanta tenerte aquí
¡Ay! De novelas inacabadas están los cajones llenos. Estupendo micro. Saludos!
ResponderEliminarBueno, si fueran menos exigentes y se convirtieran en micros quizá saldrían del cajón. Mira tu por donde, mi historia fue lista, jajaja
EliminarUn besote, David
Para mi sigue siendo una pequeña grandeza.
ResponderEliminarGracias! A mi los buenos micros me apasionan. Creo que tienen tanto mérito como una buena novela.
EliminarMe alegra que el mío te haya gustado.
Mil besos, F. Jabier
Me encanta!! Así pasa, jajaja, si lo sabré yo .
ResponderEliminarAbrazo Chari querida :)
Síii, creo que todos los que andamos por aquí hemos tenido algún "hijo" que se nos ha vuelto díscolo, jeje
EliminarMil besos, Diana, gracias por venir
(Mecagoenbloggeryatresveceshepuestoelcomentario.com grrrrrrrr)
ResponderEliminarDecía que micro a micro te van convirtiendo cada vez en mejor relatadora, así que paso a paso y tiempo al tiempo. Yo tengo mi confianza en tu escritura.
Besos.
Jajajajaja, a mi me pasa también a veces, jajaja
EliminarGracias por no rendirte y dejar tu comentario que, además, es precioso.
Un beso enorme, Esther
Tus textos están súper bien amaestrados y controlados, los bordas: me encantan tus micros.
ResponderEliminarUn beso enorme, Julio David
Estupendo micro Chari, el giro final me ha encantado. No todo lo bueno en literatura tiene que ser largo y denso, también los micros y los relatos cortos tienen derecho a ser leídos, jeje.
ResponderEliminarun abrazo, Chari.
Es verdad que tienen derecho a ser leídos. De hecho, a mi me encantan los micros, tanto escribirlos como leerlos. Tienen una magia especial
EliminarUn beso enorme, Ziortza
Un final con sorpresa, Chari jajajaja. Desde luego yo creo firmemente que los textos tienen su propia vida y, a veces, eligen su final, su extensión y hasta su argumento pasando por encima del autor. Parece que el tuyo lo tiene claro, ha nacido con vocación de micro :DD
ResponderEliminarMe ha encantado, te ha quedado de lo más original :))
¡Besitos a montones!
Eso de tener claras las cosas lo pone todo muy fácil, jeje.
EliminarMe alegra que te haya gustado, Julia. Un besote
Bien por los peques,... de mayores, a veces, se ponen insoportables!
ResponderEliminarPor eso me gustan tanto los pequeñines, jajaja,que bueno.
EliminarUn beso enorme, y gracias por leer y comentar
Hola, Chari. Divertido relato, breve pero con mucha fuerza. Me pillaste por sorpresa. He de decir que, en mi caso, suele ser al revés: tienden a querer crecer.
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegra que te haya gustado y te haya divertido, Ricardo. Yo soy más de micros, cuando algún relato quiere crecer se me pone tonto y al final paso de él, jeje
EliminarMil besos
Pues más vale poco bueno que mucho malo.
ResponderEliminarTu micro creció justo lo que tenía que crecer, por eso, te quedó fantástico.
Me gustó la naturalidad con la que percibí redactaste.
Un beso, Chari.
Pues sí, como se suele decir, menos es más. Me alegra un montón que te haya gustado.
EliminarBesos, Mila