Entre mis
“recuerdos” guardo varias generaciones de dedales... aunque quizá debería decir
los dedales de varias generaciones.
El más antiguo, de plata, (lo tenéis a la izquierda de la foto) perteneció a mi
bisabuela paterna. Apenas sé nada de ella, pues murió de fiebres en Fernando
Poo, la antigua colonia española, siendo su hija (mi abuela Antonia, quien conservó y usó el dedal hasta que lo legó a mi tía) aún una niña. Tengo entendido que era una mujer muy, muy habilidosa y diestra. Ya me gustaría a mí parecerme a ella en eso.
El siguiente,
también del mismo material, perteneció a mi abuela, de la que os acabo de hablar. Me encanta este dedal, es precioso, la cenefa del borde me fascina. El más grande, plateado y más corriente y moderno, era de mi madrina, la Tía Mari Lola.
Cosía y bordaba tan bien como su madre y su abuela, conservo trabajos suyos que
son verdaderas obras de arte. Ellas sí que les sacaron partido a estos dedales, yo me limito a
atesorarlos pero no los he usado apenas.
El último, de
cerámica, un souvenir de un pueblecito andaluz llamado Vélez Rubio, es mío. Y
ese si que no lo he utilizado nunca. Me gustó por el pajarito que lo decora (y
porque ir de viaje, aunque sea súper corto, y no comprar postales o
cualquiera de las chorradas que venden en la tienda de recuerdos me parece
impensable).
No me gusta coser, ya os lo confesé en otra ocasión. Las puntadas nunca
me salen iguales: unas largas, otras cortas; las vagas, unas sueltas, las otras
tensas, dependiendo de mi estado de ánimo. He heredado los dedales, pero no la
destreza en su uso, ni en el arte de la aguja… aunque creo que mi tía y mi
abuela se sentirían conmovidas al ver el cariño con el que cuido estos pequeños
objetos que formaron parte de su vida cotidiana y que tanto me recuerdan a
ellas.
Magnífica colección, unas joyas. Mu tierno el relato. Besitos. Feliz paseo.
ResponderEliminarPara mi tienen un valor que no se puede expresar. Me alegra que te gusten, Pepa. Mil besos
EliminarRecuerdos que tienen un valor sentimental incalculable.
ResponderEliminarBesos
Es cierto, un valor inestimable. Los conservo desde jovencita y les tengo muchísimo cariño... aunque no los use :)
EliminarMil besos, Francisco
Ayyyyyy qué bonitos y qué historias tan chulas!!!!!
ResponderEliminarYo también tengo algunos pero no son tan antiguos. Hace poco estuve reordenando y limpiando las cositas de plata antiguas y me he acordado de muchas cosas.
Besos.
Esos momentos de ordenar y reordenar cositas antiguas son deliciosos, te traen a la memoria las historias a las que van asociadas esas cosas y se pasa de maravilla, a mi me parecen momentos preciosos y si los compartes con alguien a quien quieres, en este caso mi sobrina Paula, mejor.
EliminarUn beso enorme, Gema
Preciosos tus dedales, sobre todo el de tu bisabuela, rezuma tiempo por todas partes. Y qué literario morir de fiebres en Fernando Po (bueno a ella no le parecería nada literario, pobre).
ResponderEliminarMis dos abuelas eran sastras, pero curiosamente, no tengo nada de ninguna. Mi hermana tiene un acerico muy gracioso, pero yo nada. Tampoco se me da nada bien coser. Botones y poco más.
Un abrazo.
La historia de mi familia es muy curiosa, lástima que no me diera tiempo a compilarla mientras aún tenía ocasión. Al menos pude conservar estos dedales y las historias que los acompañan.
EliminarUn beso enorme, Rosa
Son preciosos esos dedales y en cuanto tus dotes con la costura, ya somos dos, de modo que ya te puedes consolar. un beso enorme.TERE
ResponderEliminarSí, si ves los comentarios de este post y del que os menciono, verás que de únicas no tenemos nada. Podemos fundar un club anti-costura que ya tenemos un montón de posibles miembros, jajaja
EliminarMil besos, Tere
Es decir bellos recuerdos. No tengo no familia reliquias de edad, como he mencionado antes sobre la casa de la familia se quemó. Pero yo uso para disfrutar de coser, bordar y tejer con mi madre, especialmente durante los meses de invierno, sentado junto a la estufa de leña donde estaba cálido como lo hicimos nuestro trabajo. También me gusta el segundo dedal del aparato de izquierda, me recuerda el diseño de una corona. Muchas gracias por compartir esta interesante historia de la historia familiar querido amigo
ResponderEliminarSi puedes evocar esos bonitos recuerdos, se te hará más llevadero el haber perdido recuerdos "físicos". Me alegra que te haya gustado esta pequeña historia familiar, Cindy. Un beso enorme, querida amiga
EliminarThe smallest things in our lives can have the greatest meaning. A thimble can take us to our roots almost as well as a tapestry, or a formal portrait hanging in the entry hall of one's home. I love my maternal grandmother dearly. I was living away from home when she died and my sisters took all that was hers. I have no objects from her life but I do have one thing that I cherish: the memory of her company, her laugh, and her smile. I can hear her voice as I write. She is with me. Have a wonderful Saturday afternoon and evening, Chari, and thank you for the entry. Kisses!
ResponderEliminarQué comentario tan bonito, Paula. No importa tanto no tener objetos de un ser querido si se guardan recuerdos de un amor tan bonito como el que tu abuela materna y tú os teníais. Me ha emocionado leerte.
EliminarUn beso enorme
Qué gran suerte la tuya poseer objetos tan antiguos, con tanta historia y que pertenecieron a familiares. Yo apenas tengo un par de fotografías antiguas y poco más de mis abuelos.
ResponderEliminarConsérvalos con todo el amor que se merecen.
Un beso
P.D. Mi tía era una excelente modista (cosía para un taller de alta costura) y mi madre una maestra con el ganchillo. Yo soy una inepta total con las agujas, sean del tipo que sean.
Son pequeñas cositas, de tamaño y valor, pero para mí tienen una importancia enorme. También conservo con muchísimo cariño las fotos de mis abuelos y de mis antepasados, no son demasiadas pero me tomé muy en serio preservarlas y de todas (no son demasiadas) hice los negativos a partir de la instantánea, para no perderlas nunca y poder compartirlas con mi familia.
EliminarUn beso enorme, Kirke, y bienvenida al club anti-costura, jajaja
Preciosos dedales y preciosos recuerdos. Yo como tu soy de las que voy a sitios y siempre tengo que comprar alguna cosita. En eso también nos parecemos, la costura no es lo mío jajaja. Un beso y feliz fin de semana.
ResponderEliminarUy, yo no puedo salir de viaje (o de excursión por algún lugar cercano) sin traerme recuerdos, soy carne de "tienda de souvenirs", jejeje
EliminarTe digo como a Kirke, Bienvenida al club anti-costura. Mil besos, Mariola
Preciosos los dedales de tus antepasados, es un buen recuerdo que tienen historia. Mi madre cosía muy bien y todavía conservo su máquina de coser de manivela de mano que era de mi bisabuela, de mi madre la caja de costura, sus hilos, sus dedales, sus perforadores de hueso de hacer bodoques(no se si se llaman así) y Una camisa rosa que se confeccionó ella y que me vale a mi y de vez en cuando me la pongo. Que bonito es guardar las cosas antiguas. Mi madre tenía manos de ángel para la costura y yo he heredado parte de ella, bordé mis sabanas del ajuar a mano algunas y a máquina otras, La pena que después vino la moda de las de tergal y por no planchar las tengo guardadas , Solo las pongo en las camas cuando se pone enfermo alguien , Pero cada vez me animo mas a ponerlas , porque seguramente mis hijos cuando yo no este las tirarán. Un abrazo
EliminarMe alegra que conserves tantos recuerdos de tu madre (y tu bisabuela), y es una suerte que hayas heredado de ellas su talento. Yo no sé dar una puntada bien, pero heredé de mi abuelo paterno el amor a la poesía y la pasión por escribir. Cada vez que escribo algo que me parece bueno, o que le gusta a la gente, me acuerdo de él. Mil besos, Mamen
EliminarEstoy segura de que te abrazarían con mucho cariño, con el mismo que tú conservas estos objetos. Pero creo que también te echarían una buena reprimenda, alguien que tiene una colección así tiene que saber usarlos!!! A ver si poco a poco te veo haciendo petit point que es muy relajante!
ResponderEliminarUn beso, Chari.
El petit point no se me da tan mal, ni el punto de cruz. Pero de ahí no salgo. Y aún así, tengo que llevar un cuidado extremo porque la fuerza de los puntos varía con mi ánimo y al final el resultado es un desastre. Heredé de mi abuela otras cosas, la pasión por la enseñanza; de mi tía, su generosidad... con eso me doy por satisfecha. Un beso enorme, Elisenda
Eliminar¡Qué lindos! Yo solo tengo un mantón de una bisabuela, me encantaría tener más cositas así de antiguas como tus dedales. Me parece super romántico que tu bisabuela viviera en Fernando Poo, podías intentar averiguar más cositas de ella y contarnoslas.
ResponderEliminarGracias por compartir los recuerdos de tus antepasados, Chari.
Lo de intentar averiguar más cosas de mis antepasados es muy complicado porque de la familia de mi padre ya no queda nadie, tengo algunas cosas anotadas, pero muy poco. Ah, pero conservo sus partidas de nacimiento, que son también un tesoro.
EliminarMe alegra que te haya gustado mi micro-colección, Sue. Un beso enorme
Preciosos! Los dedales antiguos me encantan, aunque yo -que sí coso- nunca los usos porque llevo largas las uñas y, salvo los que no llevan la parte superior, me molestan al dedo.
ResponderEliminarEres una auténtica "guardatesoros". Me encantan.
Un beso fuerte.
Sí que soy una guardatesoros, y menos mal, porque si no muchas historias se perderían con ellos. En casa, mis tíos y primos, dicen que soy la cronista de la familia (además, les frio a fotos en las reuniones familiares). Es algo bonito, espero poder pasarle la afición a mis sobrinas.
EliminarMil besos, Macarena
Qué bonito poder recordar, momentos, personas, lugares a través de sus objetos. Yo con el paso del tiempo y por circunstancias que me ha tocado vivir muy duras, no conservo nada de mis antepasados, ni mías propias, me ha quedado lo justo para sobrevivir, es lo que tiene perder tu casa varias veces..jeje pero te queda siempre lo más importante: El recuerdo en tu mente y en tu corazón, eso jamás lo pierdes, sopena que te des un golpe y no recuerdes ni quien eres..jajaja, pero aún así, la memoria te vuelve. Al ver tus dedales familiares, me has recordado a mi abuela que era modista y pantalonera, siempre estaba cosiendo, haciendo punto, ganchillo..de todo. Si alguna vez los perdieras, no sufras, cada vez que veas un dedal en una tienda, te vendrá a la memoria recuerdos preciosos de tu familia. ;)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu entrada.
Muchos besos wapa!! ;)
Siento que hayas perdido tantas cosas, Ro, pero lo importante son los recuerdos, las vivencias compartidas, el cariño... sin todo eso, las cosas no son más que cosas, reemplazables.
EliminarMe alegra que te haya gustado lo que te cuento. Un beso enorme
En la cuestión de los dedales familiares, cada representante de la generación hace su parte. Ellas los compraron, usaron y transmitieron. Tú los conservas con mimo y sabes su historia. ¡Es trabajo en equipo! :)) La verdad es que son preciosos y como además los veo a través de tus ojos, pues más todavía.
ResponderEliminarUn post entrañable, Chari. Qué suerte tener recuerdos tan bonitos de tus antepasadas.
Un besito grande y feliz finde!!
Pues nunca lo había visto así, lo del trabajo en equipo... ¡¡me parece una idea maravillosa, gracias!!
EliminarEstas pequeñas cositas tienen un valor enorme para mí, las guardo con mucho cariño. Me alegra haberlas compartido con vosotros. Un beso enorme, Julia
Qué bella colección Chari. Es una entrada muy linda.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias, Gildardo. Son poquitos, pero preciosos, y sobre todo me recuerdan a mi abuela y a mi tía, por eso son tan importantes para mi. Mil besos, amigo
EliminarTienes aquí una preciosa y valiosa colección. Sólo pensar que en esos dedales entraron y salieron dedos queridos para remendar el mundo es algo grandioso, Chari ;)!
ResponderEliminarUn beso grandote!
Fer
Qué bien expresado, Fer, una definición preciosa. Siempre aportáis con vuestros comentarios muchas cosas hermosas, enriqueciendo así mi entrada. ¡Gracias!
EliminarUn beso enorme
Son chupitos de sus vidas, sorbos de aquellas épocas ¿quién les iba al decir que esos dedales serían los que las harían Inmortales? Bello Texto!!!
ResponderEliminarEs cierto, Miguel Ángel, creo que ellas jamás llegaron a pensar ni por asomo que sus simples dedales pasarían de generación en generación y llevarían su recuerdo. Qué bonito, lo que le digo a Fer vale para ti, comentarios tan magníficos siempre enriquecen mi blog. Muchísimas gracias.
EliminarMil besos
Qué bonitos todos.. Mi mami cose, es ver un dedal y pensar en ella.
ResponderEliminarBesos
Eso me pasa a mí con mi tía, más que con mi abuela. Y es bonito que estos dedales me traigan su recuerdo. Mil besos, amiga
EliminarSiempre he visto a los dedales como algo singular en su cometido, me gustan mucho, alguno tengo por casa de mi tierra, que son "Charros" seguro te gustarían. Y por las antigüedades en general, me fascinan aunque no tengo recuerdos de antepasados. Los que nos muestras son preciosos, gracias Chari.
ResponderEliminar¡Un fuerte abrazo!
A mi me encantan los dedales, desde siempre, aunque no los use. Y también las antigüedades, no tengo demasiadas pero estas las mimo muchísimo por el valor sentimental que llevan consigo.
EliminarMe alegra que te hayan gustado, Mila. Un beso enorme
Una generación de dedales y otra cosida en tu memoria, que me alegro nos compartas, Chari, porque se nota la admiración y el amor que te une a pesar de tantos años a tu generación, curiosamente femenina, intuyo que fue tu abuela quien supo contagiarte de este entusiasmo familiar.
ResponderEliminarMuchos besitos
Mi tía Mari Lola fue la encargada de transmitir ese legado, ella era el centro de la casa, el motor de todos. La echo mucho de menos. Me alegra de corazón haber podido conservar ese "trocito" de ella y de mis otros seres queridos.
EliminarUn beso enorme, Estrella