Ayer por la
mañana, cuando iba a ponerme a limpiar la casa (que ya le tocaba, llevaba dos
días sin hacer casi nada, sólo barrer y la cama, porque apenas he parado aquí)
escuché un sonido que me sobresaltó. Era el grito de un pájaro, uno que no había escuchado nunca, y no sé por qué me
dio por pensar que tenía que tratarse de un “bebé gaviota” (como no sé bien
cómo se llaman los “pollos”, yo les digo “bebés”, que así acierto seguro).
Me asomé a la
terraza pero la playa estaba desierta (como en la canción). No se veía nada en
el espigón, ni siquiera con los prismáticos. Como seguía escuchando ese grito
decidí bajar a investigar. Tenía que dejarme de nuevo la casa sin hacer
¡sacrilegio!, me costó mucho dejar de lado las exigencias de mi mente cuadriculada,
pero finalmente me sofronicé, alejé la cama deshecha, el lavavajillas hasta los
topes y el suelo sin fregar de mis pensamientos y cogí la cámara y la cadena de
Fibi para darnos un paseito.
Para mi
desgracia, mi perrita estaba en plan agorafóbico y me costó lo indecible
conseguir que llegara hasta el rompeolas, y eso que son cuatro pasos. ¡Qué
decepción me llevé al llegar! No encontré nada… hasta que decidí mirar detrás
del pequeño muro que separa la playa del paseo y que resguarda a quienes se
colocan tras él de miradas indiscretas (o de mis prismáticos)… y ahí estaba el
origen de los gritos. Era un bebé, sí, pero no de gaviota sino muy humano. Su
madre lo llevaba en un carrito, protegido del sol por una sombrillita, pero el
pequeño no debía encontrarse muy a gusto, porque se dejaba los pulmones en su
protesta. ¡¡En la vida había oído un llanto como ese, parecía más el grito de
un pájaro lastimado que el lamento de un bebé!!
A pesar del
chasco, di un paseo bastante agradable (Fibi acabó por relajarse y colaborar) y
aunque volví a casa sin fotos, al menos me traje una anécdota para contaros y
mucho buen humor.
Besos a todos
y feliz domingo.
Esta es una gaviota herida que me encontré hace unos meses. Os dejo a continuación un enlace para descargar los números de teléfono de los centros de recuperación de aves de toda España. |
Aquí os señalo exactamente dónde estaba el "Bebé gaviota" |
Menudo susto me he llevado con lo del bebé. Pensaba que te habías encontrado un bebé abandonado!
ResponderEliminarCómo me he tranquilizado cuando has explicado que estaba con su mamá.
Cuando un bebé llorón se aplica... madre mía! qué pulmones.
Besos y felicidades por tu relato.
Feliz domingo, Chari.
¡¡Uff, eso sí que hubiera sido fuerte!! El bebé estaba muy bien acompañado y atendido, por suerte, pero como tú dices... ¡¡¡madre mía!!!
EliminarUn beso enorme, Elisenda
¡Qué lugar más ideal!
ResponderEliminar¿Sabes? Cuando Macarena era pequeña, no decís "bebé gaviota" o "bebé tal cosa", decía "una gaviota de bebé", así que tu apreciación sobre las crías y los pollos me ha traído recuerdos de hace unos años.
En fin, que yo nunca he aguantado esos berridos infantiles, a Dios gracias que a mí nunca me tocaron.
Un beso y feliz domingo
Me encanta el lenguaje que los niños utilizan, o mejor dicho, como adaptan el suyo a sus necesidades. Mis sobrinas eran igual. Por suerte, ellas tampoco eran lloronas :)
EliminarUn beso enorme, Macarena
Jajajaj, los bebés humanos también son monísimos pero es que uno de gaviota...ayyyyyyyyyy.
ResponderEliminarBesos.
Nunca he llegado a ver uno, y lo que sigo sin entender es por qué creí que era un bebé y no un animalito herido, pero ya adulto. Se me metió en la cabeza que era un pollito y no hubo manera... hasta que descubrí la verdad, jajaja.
EliminarMil besos, Gema
Ese extraño llorando, haría me daría una sensación extraña hasta yo podría averiguar cuál es la fuente es. Si pudiera encontrar la fuente entonces pude estar tranquilo. ¿Se imaginan oír un sonido como el que en medio de la noche? Me alegro de que hayan tenido un buen día. Se ve tan bonito por ahí con el sol brillando. Es soleado aquí, pero no es real lo suficientemente cálido para disfrutar aún caminar aún. Gracias por compartir querida amiga besos
ResponderEliminarTenía que averiguar de dónde venía, Cindy, soy muy curiosa. Y ya me imaginaba haciéndole fotos al pajarillo y enseñándolas en el blog... no, si imaginación no me ha faltado nunca, jeje.
EliminarUn beso enorme, querida amiga
I am relieved that your investigation had a happy result, Chari. The housework can wait for one more day. So long as I keep my kitchen clean and there is enough underwear available for me, I can put the cleaning off for another day. You and Fibi have a pleasant Sunday evening.
ResponderEliminarEs cierto, la limpieza podía esperar. Y fue divertido pensar en una aventura, encontrar un pajarillo, recogerlo... y hacerle mil fotos mientras cuidaba de él. Como le digo a Cindy, siempre he tenido mucha imaginación.
EliminarUn beso enorme, Paula
Tu anécdota me ha hecho recordar algo que mi padre nos ha contado muchas veces, y es que cuando trabajaba y estudiaba no le quedaba más remedio que hacer lo segundo de madrugada, robando muchas horas al sueño. En esas frías horas el maullido de los gatos, en el caserío donde vivían sus padres, eran igual que el llanto de los bebés. Tanto era así que no conseguía concentrarse como no pusiera la radio para distraerse de él.
ResponderEliminarCreo que a tí te pasó justo al revés, era un bebé y parecía un animalito :))
Yo creo que haber tenido material para este post justifica de sobra que las tareas de la casa tuvieran que postponerse un poco. Total, el polvo puede esperar (mis malos consejos de siempre jajajaja).
Por cierto, ¡¡preciosa la foto de la gaviota herida!! Espero que se recuperara :)
Muchos besitos de domingo, Chari.
El maullido lastimero de los gatos es cierto que se asemeja al de un bebé, yo también los oía en la casa de mi infancia. A la gaviota herida no pude atenderla, cuando intentaba acercarme se metía entre las rocas, pero debió recuperarse lo suficiente porque cuando dejé a Fibi en casa, volví y ya se había marchado. Ojalá se pusiese bien. Desde ese día llevo en el móvil los teléfonos de los centros de recuperación de especies de mi provincia, nunca se sabe.
EliminarUn beso enorme, Julia, y gracias por tu "mal consejo", jajaja
Chari eres la mar de divertida. Los pollos de gaviota creo que se llaman sin más pollos de gaviota (o inmaduros, pero nadie va por ahí llamándolos inmaduros a no ser que estés haciendo una tesis al respecto).
ResponderEliminarLo divertido es confundir el llanto de un bebé con una gaviota. Yo los he confundido con gatos, pero ya tenía que berrear la criatura para parecer una gaviota. Por eso no había foto. Cuando he visto la que pones, he pensado, eso no es un pollo y luego he leído el pie de foto y he dicho y ¿dónde de está el pollo? (es que tenía curiosidad por ver lo que le pasaba al bichito y he mirado la foto sin terminar de leer, que soy una apresurada y así me va). Claro cómo para hacer la foto!!
Un beso.
Jajaja, me alegra haberte divertido. No sabía cómo se llamaban los pollos de gaviota, había oído lo de inmaduros (a mi cuñado, cuando me explicó alguna de sus fotos) pero no sabía si era eso lo correcto, o "crías" o qué. Así que "bebé gaviota" al canto.
EliminarY el llanto del bebé era como el sonido de una gaviota, no se parecía al de un gato, no me hubiera llamado la atención, era como el grito de un pájaro herido o... bebé. Dios sabe por qué se me metió en la cabeza que era un pollo, pero al menos me dio para una entrada, y si te ha divertido, ha valido la pena.
Un beso enorme, Rosa
Madre mía un bebe llorando y confundirlo con un bebé pájaro, amiga hay chillidos que confunden. amiga y tu por si acaso a socorrer. Un abrazo
ResponderEliminar¡¡A socorrer y con la cámara a cuestas, no te olvides!! Jajaja, soy un caso. Por suerte, el bebé de verdad no podía estar más cuidado y atendido.
EliminarMil besos, Mamen
jajajaja vaya madre xD Yo estaba seguro de que esta sería la épica historia de como salvaste y rescataste a un bebé gaviota y como luego lo criaste como uno más de tus hijos hasta que al fin pudo volar libre pero no lo hizo porque quería vivir cerca de su salvadora jajaja
ResponderEliminarPobrecilla, lo único que quería el bebé es que le cogieran en brazos. Y como esa historia que cuentas tengo una, excepto que no era un bebé gaviota, sino un estornino. ¡¡Me adoraba!! Si vieras lo a gusto que se comía la papilla de níspero y mosca que le preparaba...
EliminarEso os lo cuento en otro post, me has dado la idea, Holden. Gracias.
Un beso enorme
Bueno, al menos el paseo te valió para hacer unas fotografías.
ResponderEliminarPues mira que siempre he sentido una gran curiosidad por ver un "bebé" gaviota, pues siempre me he preguntado por dónde andan los polluelos de gaviota y de paloma. Nunca he visto a ninguno de los dos. ¿Será que se mantienen bien escondidos hasta que son lo suficientemente mayores para echar a volar y que entonces ya tienen un tamaño como los especímenes adultos?
A ver si algún día los descubres agazapados en algún rincón y publicas una fotografía.
Un abrazo.
Yo tampoco he visto jamás polluelos de gaviota o paloma, y mira que hay por aquí. En realidad, de paloma sí vi tres pollitos (bueno, de tórtola), asomando el pico desde el nido mientras su madre les daba de comer, pero no llevaba la cámara (iba en el coche, arggg).
EliminarNo te preocupes que el día que vea uno su foto va al blog de cabeza, jajaja.
Mil besos, Josep
No sé a qué te dedicas profesionalmente pero si decides cambiar de trabajo ya te doy yo una idea: ¡guardacostas! pero para preservar la fauna marítima-aviar (no sé en qué espectro de la zoología se encuentran las gaviotas). Para salvar los bebés humanos que se encarguen sus padres o los de los servicios sociales.
ResponderEliminarHija mía, con prismáticos y desde tu balcón eres la salvación de esos bichos (perdón por llamarles así pero tengo un trauma infantil a cuenta de un percance con una gaviota en una playa de las Islas Cíes).
Aunque fue una falsa alarma es bueno saber que tú siempre estás ahí, de guardia.
Un beso
Si, voy a tener que plantearme lo de guardacostas, al paso que voy, jajaja
EliminarLo curioso es que, desde que tengo la cámara y me dedico a fotografiar pajaritos, se me ha desarrollado "la vista", porque los descubro casi sin necesidad de prismáticos...
Las gaviotas son animales peculiares, mucha gente les tiene miedo y conozco a una persona que se vio atacada por ellas.
Un beso enorme, Kirke
Un bebé humano capaz de imitar a un o de gaviota. ja,ja,ja. ¿No le comentaste a la mamá lo de tu confusión?
ResponderEliminarBesos. Siempre tan divertida.
Por cierto los "Bebés" de gaviota se llaman "Pollos"
¡¡Estaba la pobre mamá para que le comentara nada!! El crío era una bocina humana. Eso sí, a la vuelta volví a pasar por el espigón y el bebé no-gaviota ya se había relajado, sólo quería que lo cogieran en brazos.
EliminarUn beso enorme, Francisco, me alegra que mis post te diviertan
Madre mia como tenia que llorar para dejarte todo lo que tenias que hacer (que por cierto tú a tu ritmo y sin prisa, el polvo de la casa siempre puede esperar un par de horas), tú forma de relatarlo me ha gustado pero eso si hasta que has dicho lo que era estaba u npelin angustiada, y lo que me tranquiliza es que estaba con su madre, menos mal. un beso enorme. TERE.
ResponderEliminarYo no me agobié porque te juro que pensaba que era un pájaro. Si llego a pensar que era un bebé abandonado me da un síncope. Por suerte, el nene estaba con su madre y sólo quería estar al brazo. En cuanto lo cogió, se terminó el llanto.
EliminarMil besos, Tere
Qué va, la madre no podía ser más amorosa. El niño estaba inquieto, eso es todo. A la vuelta del paseo, ya se había calmado. Yo creo que lo que quería es que le cogieran en brazos.
ResponderEliminarUn beso enorme, Julio David
Ah qué madre esa, al parecer fue bastante rato el que estuvo llorando ese bebé. La curiosidad Chari =)
ResponderEliminarAbrazos.
Pobrecilla, ella no fue responsable, los críos se dejan los pulmones cuando quieren que los cojas al brazo :)
EliminarUn beso enorme, Gildardo
Conforme iba leyendo me iba agobiando hasta llegué a pensar cuando dijiste que era un bebé humano que estaba abandonado jajaja. Menos mal que no fue así. Por cierto bonitas fotos. Un beso.
ResponderEliminarNooo, por suerte no estaba abandonado, menos mal. Prefiero encontrarme una cría de gaviota que un bebé abandonado :)
EliminarMe alegra que te hayan gustado las fotos. Un besote, Mariola