Ayer no tuve
tiempo para escribir mi entrada, porque había quedado con mi amiga Tere para
hacer unas gestiones, charlar y tomarnos algo por ahí. Pasamos un rato muy
agradable, acompañadas también por mi hermana que se unió a nosotras a media
mañana.
Mi amiga
comentaba lo mucho que le gustan los paseos que doy con Fibi y todo lo
disfrutamos juntas. Y si bien esto es cierto, en alguna que otra ocasión ha
momentos que convierten estas “excursiones” en mini-sesiones de tortura, y entonces
nuestra salida dista mucho de poder considerarse “bucólica”. El tramo final de
nuestro primer paseo del domingo fue uno de estos momentos.
Al principio
todo fue muy bien, anduvimos bastante rato, dejé que mi perrita olisqueara lo
que le viniera en gana y hasta que triscara un
rato por las rocas. Estaba contenta de verla tan alegre. Yo también lo estaba,
había conseguido unas fotos geniales de un petirrojo, estas que os muestro. ¿No
es precioso?
También logré una instantánea graciosa de un par de cormoranes que parecían bailar sobre una roca diminuta.
Al poco,
empecé a escuchar unos extraños ruidos: mi perrita había aprovechado mi
distracción para dar con un hueso y empezar a comérselo. Conseguí sacarle un
buen trozo, porque no le dio la gana obedecer mi orden y soltarlo, pero de
pronto comenzó a quejarse, daba unos gritos tremendos al tiempo que se golpeaba
en el morro con su propia pata. Un espectáculo.
Me agobié
muchísimo y, aunque suene cutre, lo primero que pensé es que me iba a tocar
llevarla al veterinario de urgencias, que te cobra sólo por abrirte la puerta.
Intenté serenarme, la cogí en brazos (ella seguía aullando) y la senté en el muro
de la playa. Ahí le observé el morro con atención y me di cuenta del problema:
se le había quedado enganchado parte del belfo en uno de los colmillos, no
tengo ni idea de cómo. Ella no podía soltarlo, así que lo hice yo con muchísimo
cuidado. Me llevó un par de minutos, no sabéis lo que costaba, pero al final lo
conseguí y Fibi dejó de llorar. No tenía ninguna herida, había sido más susto
que otra cosa. Yo también respiré tranquila, muy contenta de haber podido
mantener la calma y de haberla ayudado.
Se merecía una bronca por lo del hueso pero,
aparte de que ya había pasado todo y no iba a entender el por qué de la
regañina, es que ¡¡me alegré tanto de que estuviera bien!! Además, te pone
estos ojitos y cualquiera la riñe.
Como veis, hay
momentos en que por mucha playa y muchos pajaritos que tenga alrededor, mi
paseo es de todo menos bucólico. ¿¿Bucólico?? ¡¡¡Ja!!!
Hola Chari. Esos son los "giros" que el día a día escribe hasta en nuestros hábitos más apacibles . Un saludo.
ResponderEliminarY ¡menudo giro! De verdad que fue un milagro que conservara la calma. Un besote, Luy
Eliminar¡Qué lindo el petirrojo! ¡Es monísimo!
ResponderEliminarEntiendo tu agobio (también el del veterinario. Yo tengo un gatito y la verdad es que cuando hemos ido al veterinario nos han cobrado una verdadera fortuna, pero bueno...Me alegro que todo quedara en un susto, ¡aunque vaya susto! Juer, yo me hubiera puesto histérica. :)
Besito.
El petirrojo es una gozada, y lo mejor es que sé dónde anida y cuando paso por allí silbo... ¡¡Y sale siempre!! Curiosísimo.
Eliminar¡¡Menos mal que todo quedó en el susto!! Guardé la calma de pura casualidad, porque soy una "atacá", jajaja
Un beso enorme, Sue
Fibi quiso romper la monotonía bucólica del paseo por la playa. Es de agradecer, si no hubiera sido por ella tanto bucolismo os hubiera hecho pareceros a los ingleses, un tanto flemáticos ellos.
ResponderEliminarBesos para ti, achuchón para la perrita.
Fibi es anti-flemática, jajaja, de vez en cuando me mete en cada lío... este ha sido de los "light", al menos siempre hemos podido resolverlos.
EliminarUn beso enorme, Francisco
Precioso post Chari, muy lindo, me ha encantado.
ResponderEliminarMi felicitación.
Feliz jueves.
Abrazosss!
Muchísimas gracias, Carmen, me alegra que te haya gustado. Un beso enorme y feliz noche.
EliminarEs que aunque parezcan a veces hasta más listos y despiertos que muchos humanos, no dejan de ser animales con sus instintos y sus ganas de hacer lo que les dé la gana, diga su dueño lo que diga (dueña en este caso). Por eso no creo que merezca regañina, ¡¡aunque vaya susto te llevarías!! Pobrecia, bueno, pobrecitas, que tú también tuviste lo tuyo; me alegro de que todo acabara bien y al menos te trajiste unas fotos verdaderamente preciosas :)
ResponderEliminarBesitos para ti y para Fibi, que está para comérsela en esa foto!!
Tendrías que haber oído cómo gritaba. Y cuando ella llora, yo entro en pánico. La suerte fue que ese día pude conservar la calma y ayudarla.
EliminarSi que está para comérsela, tiene los ojos más bonitos que he visto nunca...
Mil besos, Julia
Desde luego después de que me lo comentaras ayer, todavía estoy imaginando la situación, jo pobrecilla pero claro como ibas a imaginar que se le habia quedado enganchado un trozo de hueso, no dejo de pensar lo mal que lo pasasteis las dos, uf, en fin espero que no tengáis ninguna de las dos que veros en tal situación de nuevo y que tus paseos sean tan alegres y amenos como todos los días.
ResponderEliminarPor otro lado tus fotos como siempre son una preciosidad, que maravilla, me alegro mucho que disfrutes tanto de la fotografía y te aseguro que esoty muy contenta de ver lo bien que se te da. un beso enorme, y por supuesto que yo también pase un rato muy agradable ayer. TERE.
Bueno, tu ya sabes cómo es Fibi, si tiene un buen día el paseo es genial, pero si no... sin palabras.
EliminarEstoy disfrutando muchísimo de la fotografía, el regalo que me hicisteis en mi cumple ha sido el mejor de mi vida. ¡¡Gracias!!
Un beso enorme
Jajajaj, mira, lo primero pensaba que se había comido un pájaro o algo, jajaja. Casi me meo... Pobre, por coger un huesito mira el disgusto...
ResponderEliminarQué bonita es, por cierto.
Besotes
Si llega a coger un pájaro me da algo, jajaja. No, qué va, le he enseñado a no molestarlos y ya pasa de ellos, excepto de las palomas porque dejo que las persiga, aunque jamás ha alcanzado ninguna, jeje
Eliminar¿Verdad que es preciosa? Si es que estoy loca por ella...
Mil besos, amiga
Bello el petirrojo y la danza sobre la roca. No consigo imaginarme el belfo pillado por el colmillo. Nunca lo he visto. Buen relato. Buen día.
ResponderEliminarEl petirrojo es ideal, es un pájaro bellísimo y, además, bastante confiado. Me deja que me acerque muchísimo. Lo del belfo también es la primera vez que lo veo yo. No, si lo que no nos pase a nosotras, jajaja
EliminarUn beso enorme, Pepa
Es que a veces son traviesos los perritos y hace travesuras que nos dan disgustos. Que bonito el pajarillo. Un abrazo
ResponderEliminarPD. Chari se que me enviaste tu dirección por que me lo dijiste , pero no la he visto mela puedes enviar a mi correo? mamen-piriz@hotmail.com
Hola, Mamen. Antes de nada, ya he mandado de nuevo el mensaje con la dirección, probablemente me confundí al escribir tu dirección de correo electrónico.
EliminarMe alegra que te haya gustado el post, los pájaros son una maravilla y el petirrojo es fascinante.
Un beso enorme, amiga
Con la suerte que tienes de poder pasear por la orilla del mar, con tu perrita... Una pequeña anécdota no te tiene que preocupar!.
ResponderEliminarEres muy afortunada.
Un beso, princesa.
Bueeeeeno... en realidad es UNA pequeña anécdota de MUCHAS... pero bueno, mientras podamos salir de líos con bien, todo lo demás es relativo :D
EliminarUn beso enorme, Elisenda
Bastante poco robin. No han llegado aquí todavía, no hasta más cerca de abril. Es bueno que salió y disfrutado de un tiempo con un amigo y tu hermana, y que tuvo la oportunidad de conseguir algunas fotos a lo largo de la orilla del agua. Me además aliviado de que nada grave salió de Fibis desgracia. En cuanto a la disciplina va Creo que es una reacción natural para nosotros cuando estamos cerca situación de pánico por algo así. Pero he de decir que a lo mejor para Fibi, la experiencia puede haber sido suficiente. Deseo un querida amiga buen día {:o)
ResponderEliminarPronto llegarán los petirrojos a tu tierra, Cindy, pero aún hace demasiado frío para ellos, aún buscan rincones cálidos.
EliminarPor fortuna, Fibi salió sin rasguños del lío en que se metió, y te aseguro que no aprende. Ayer mismo, encontró otro hueso y lo cogió, aunque por fortuna estaba atenta y se lo quité al instante.
Mil besos, querida amiga
Ayyyyy pobre qué susto se llevó!!!!!!! Las fotos son preciosas y lo del veterinario de cutre nada, que a mí me han atracado porque mis animales eligen ponerse malos de noche o en fiestas, no puedo decir lo que pagué la última vez el día de Asturias porque fue un roba a mano armada.
ResponderEliminarBesos.
Si que nos llevamos un buen susto, cuando ella llora, yo me pongo fatal. La suerte fue que pude solucionarlo por mi cuenta, es cierto que los veterinarios son un robo, y en urgencias (también es el día favorito de Fibi para ponerse mala) ya es el colmo.
EliminarUn beso enorme, Gema
Jaja! Qué bueno que todo se solucionó pronto. Tengo muy claro este sentimiento de urgencia y dolor por ver sufrir a la querida mascota (ya te había comentado que tuve 3 por 10 años)
ResponderEliminarQué lindas las fotos del petirrojo y majestuosa la de los carmoranes.
Abrazos Chari!!
Fue una suerte que pudiera solucionarlo yo sola, y todo gracias a que no me puse nerviosa. Es verdad que se sufre si un animalito tan querido lo pasa mal, y tendrías que haber oído como gritaba mi pobre perrita.
EliminarMi foto preferida es la del petirrojo, la que he puesto en grande, es súper dulce.
Mil besos, Diana
Que paseo más agitado. las fotos preciosas, como siempre y la pobre Fibi me ha dejado espeluznada. ¿Cómo puede quedar el labio enganchado en el colmillo? No se me hubiera ocurrido ni forzando la imaginación a tope. Pobrecilla. Dale un besito. Yo, desde el domingo sin mi gato, estoy sensible por lo que a mascotas se refiere. Está en León, en casa de mi hijo, con su gato.
ResponderEliminarUn beso.
Lo del colmillo no lo había visto jamás. De hecho, yo creía que se habría pinchado con una esquirla de hueso, pero no, fue algo extrañísimo. Y le di montones de besitos, no veas, cuando dejó de llorar casi empiezo yo, pero del alivio. Y tu gatito ¿por qué está con tu hijo? Espero que lo recuperes pronto. Un beso enorme, Rosa
EliminarPronto sabrás por qué mí gatito está en León.
EliminarSe me escapó la tilde de "mi". Pasa el tipex por favor¡¡
EliminarJajaja, tranquila!!!
EliminarHola Chari!
ResponderEliminarFibi me parece una monería de perra. Estas son las cosas que pasan con ellos: son como niños y de vez en cuando tenemos que remediar sus tratastadas. Consiguen que te lleves unos sustos...
Me alegro que no fuera nada grave.
Un beso
Sí que es mona... tonta me tiene a mi. Fue una suerte que no pasara nada grave, nos las hemos visto peor en otras situaciones... Lo genial fue no perder la calma y poder ayudarla.
EliminarMil besos, Macarena
Buenos días! Lo siento por escribir un comentario sin relación con tu articúlo... es para decir te que he escribido un articulo de nominación y que te eligí para responder (si quieres) :) Es aquí : http://lapequenafrancesa.blogspot.fr/2016/03/si-yo-estaba-unos-personajes.html
ResponderEliminar¡¡Mil gracias por nominarme, Mo!! Me parece una propuesta divertida, en breve haré una entrada para responder a tus preguntas.
EliminarUn beso enorme, pequeña Francesa
Gracias ! :)
EliminarLas fotos preciosas Chari, el paseo de lo más intenso. En cuanto al susto con Fibi, me lo puedo imaginar, suerte que conservaste la calma y pudiste librarla de su malestar, pobrecilla, lo debió pasar fatal, entiendo que no la regañaras. Suerte que quedó solo en susto, me alegro mucho.
ResponderEliminar¡Un montón de besos!
Me alegra que te gusten las fotos, Mila, en cuanto al paseo... di gracias en cuanto puse los pies en casa, qué mal lo pasé. Oír llorar a Fibi me pone nerviosísima, es una suerte que lograse conservar la calma.
EliminarMil besos y feliz sábado
I once had a Dachshund who behaved exactly as a Dachshund was made to behave. To me, they are never completely housebroken. They are not territorial by nature so they would not bark if a burglar was stealing them along with the silverware, and they are very nosy. They will investigate and bite anything. One time, when I was in a campground, my Dachshund came back with something in his mouth that made his saliva foam and drip from his jaws. People were afraid to go near him. My big, brave man wanted to catch him in a net. The dog was becoming paranoid with everyone avoiding him. OK, maybe not paranoid but he was asking himself if his underarm deodorant had quit and never thought about his saliva and drools. I was not afraid because the dog came to me with his tail wagging. I laid hands on him, not to heal him, but to hold him by the collar while I looked in his mouth. And there it was. A toad! Mr. Toad had puffed himself and seemed to secrete something that made the dog salivate with bubbles and foam. The dog, being proud of his find, did not wish to relinquish it to me. I threatened to give him away to the next car full of loud kids that drove past. Then I stuck my fingers in his mouth and almost made him gag. Out popped the toad. I tossed the toad into the trash can and gave the Dachshund a drink of cool water.
ResponderEliminarYour photos are so calming to see. We will be seeing robins soon, but I am waiting to hear the call of the gray mourning dove first. That means that winter has ended.
I wish that I had a photo of the Dachshund but my man, who has been my ex since a divorce in 1998, did not get the camera. I would have brained him but I already had one dealing with a pea brain for the day, and the dog was born that way so he had a reason. He was a good Dachshund and did as the Creator made him to do, which is more than I can say for my ex.
Uff, Paula, lo que te pasó a ti fue mucho peor... si Fibi llega a coger un sapo (o cualquier otro bicho) seguro que no lo suelta y hubiera tenido que llevarla al veterinario seguro... ¡¡¡qué agobio!!! Al menos yo no tuve que preocuparme por la conducta de mi "ex", jejeje.
EliminarMil besos, querida amiga
Me alegro que lo de Fibi aunque lo pasara un poquito mal solo fuera un susto y nada más. El petirrojo una preciosidad. Besos.
ResponderEliminar¡¡Gracias, Mariola!! Menos mal que todo se quedó en susto. El petirrojo me resulta fascinante, creo que es uno de los pájaros más bonitos que he visto en mi vida, me alegra que te guste la foto.
EliminarUn beso enorme
Holaaa preciosa!
ResponderEliminarDiscúlpame el retraso, pero ya no podía abarcar tantas actividades a la vez y he tenido que hacer un receso en mis visitas a los blogs, pero ya empiezo a rodar poco a poco.
¡Qué susto me he llevado cuando has comentado ese percance de Fibi, con esa extraña manera de enganchársele parte del belfo con un colmillo y qué trasta está hecha! pero todo se le puede perdonar con esa cara mimosa tan linda que pone y que se ve perfectamente en la foto. Hablando de fotos, me han gustado mucho todas, aunque la del petirrojo y la gaviota cabecinegra son mis favoritas.
Confiemos que esos paseos aunque no sean flemáticos pero tampoco tan histriónicos ... je,je,je,je ;)))
Miles de besos y ¡feliz semana!
Como se suele decir, en el equilibrio está la virtud... a ver si a partir de ahora mis paseos son más calmaditos, sin incidentes de este tipo, y menos flemáticos, jeje.
EliminarUn beso enorme