miércoles, 23 de septiembre de 2015

Cuartillas, holandesas... y pantallas (sigo filosófica, qué cruz)

 
 

No exagero al decir que dejé muchas horas de mi infancia en desiertas cuartillas, así como buena parte de mi alma niña. Solía escogerlas para mis escritos, junto a las holandesas de blanco inmaculado, cuyo nombre que me hacía evocar la imagen de campos de tulipanes, aspas de molino girando al sol y niñas con trenzas vestidas con trajes multicolores, delantal y zuecos de madera tallada.

            La magia de las límpidas hojas ejercía sobre mí un influjo muy potente. Me llamaban desde el rincón de mi escritorio pronunciando mi nombre y me sugerían comienzos de historias –algunas vividas, otras por vivir – para que yo les trenzara un nudo y las condujera a su desenlace.

            Mi mano, mi imaginación, la pluma y el papel se fundían en un algo único, intenso, e incapaz de ser contenido. Los duendes y las hadas bailaban para mí mientras dejaba que  mi estilográfica marcara el compás en las cuartillas y la tinta dejara en él sus huellas indelebles. Subordinaba a mi puro antojo la fuerza de los elementos, conjurándolos para crear alquimia y misterio. Pero por aquél entonces yo era muy pequeña para entenderlo. Hubo de transcurrir mucho tiempo y sacrificar muchas hojas en el altar de la Diosa Creatividad para que me diese cuenta de que, con mis manos, podía traspasar parte de mi esencia a un mero trozo de papel y con ello darle vida.

            Las holandesas me siguen llamando aún. También la pantalla de mi portátil me habla y me susurra comienzos de relatos. Ahora soy consciente de la magia que invoco cada vez que me siento a escribir, ya sea delante del ordenador o de la cuartilla. Dejo impresa en ellos la huella de mi alma, ya sea en tinta o  presión, pulsión o acento. Sigo navegando por esos blancos mares, delineando azules surcos  que no son sino esas historias, vividas o por vivir, que nacen de mi mente, de entre mis dedos, a  cada soplo de espíritu, con cada latido de corazón.



Imagen tomada de la red. Si el autor lo solicita, procederé a retirarla del blog.

2 comentarios:

  1. es precioso chari, deseo de corazón que podamos compartir muchos relatos, experiencias y vivencias tú para escribir y yo para poder leerte. tere

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