lunes, 9 de mayo de 2016

Desde el exilio



Qué rachita llevo.

Sigo más o menos igual que hace unas semanas, cuando os dije que iba a reincorporarme a este ciber mundo, pero no he tenido tiempo (ni ánimo, dicho sea de paso) de ponerme a escribir… hasta ahora.
Cuando empezaba a recuperarme, fue Fibi la que cayó enferma. Ha estado bastante malita, con una laringo-traqueítis. Un sábado empezó a vomitar sangre y me asusté muchísimo, pero mi hermana nos acercó al veterinario y me dijeron que se iba a poner bien. Ha pasado dos semanas y media con antibiótico, y como el que tomaba por vía oral no le hacía efecto, se lo tuvieron que poner pinchado. Total: cinco inyecciones (dos antibióticos, antiinflamatorio, omeprazol y vitaminas) durante cuatro días. Y luego otra semana y media en pastillitas. Daba penita verla, tan triste y apagada, no parecía ella. El día que empezó a comer mejor fue cuando vino a verla mi sobrina Paula, la adora y se puso tan contenta que se comió dos platos hasta el borde.
Como a mi perrita psicótica no le gusta que vea la tele (y no quería que se fuera de mi lado, para controlarla) y a mi me faltaba energía para ponerme a escribir, he pasado el tiempo leyendo. En esta última semana, cinco novelas y unos cuantos relatos. Casi nada.
            Además de cuidar de Fibi, he tenido dos emergencias caseras: una gotera del piso de arriba (por suerte el seguro se hizo cargo enseguida) y una fuga en mi propio baño (estoy hasta el moño de fontaneros). Y ahora, por fin, empiezan las obras de la reforma de mi casa. Llevo todo el fin de semana vaciando muebles y guardando los pequeños adornos que no quiero que se cargue nadie. Estoy confinada en mi pequeña habitación, con la tele, mi disco duro, el ordenador, la Nintendo, la cámara de fotos, mis plantas, una tumbona de la terraza… y como no, con Fibi, su cama y su cacharrito para el agua. Un poema. Una vida estilo tetris, os lo aseguro. Y dicen que esto llevará un mes… veremos lo que aguanto aquí confinada.
            Espero poder seguir escribiéndoos desde mi exilio particular, y empezar a visitar los blogs que siempre he seguido.

            Besos a todos. ¡¡Deseadme suerte!!